Pacientes cuentan la historia de cómo una operación mejoró su calidad de vida.
l Daniella Oñate Rojas
Eufemia Osorio Herrera (56) no puede creer lo bien que se siente tras la intervención que asegura, le devuelve su femineidad y seguridad. "Es que cuando te sacan una mama, es imposible no sentirse mutilada", dice categórica.
Esta mujer, contadora de profesión, fue una de las 60 personas beneficiadas con una intervención quirúrgica reconstructiva, donde -en su caso- le rehicieron el pezón derecho tras un cáncer de mamas tipo 3A. El 19 de febrero del 2013, justo un año antes, Eufemia habían ingresado al quirófano para la reconstrucción de la misma mama.
El 2006 salió del quirófano tras una mastectomía total, es decir, donde le removieron la mama entera, pues no se trataba de la primera intervención y los doctores prefirieron evitar cualquier probabilidad de reaparición.
Estuvo una noche hospitalizada, antes que sus hijos la fueran a buscar ayer para llevarla a su casa en Alto Hospicio. Asegura que ahora por fin podrá volver a bañarse tranquila en la playa, sin estar pendiente a cada segundo del relleno de su traje de baño. "Estaba constantemente preocupada que no se saliera ni se viera", relata mientras recuerda lo incómodo que era vivir con un vacío en el brassiere. "Compré esos sostenes de siliconas y si los juntas uno sobre otro, se ponen hediondos muy pronto. Era mucho trabajo", asegura hoy, más tranquila por haber dejado atrás esa etapa.
Asegura que es primordial recibir apoyo de la familia, pues se trata de un problema que atenta contra la seguridad y confianza de una", sentenció.
La historia de Marisol Guzmán Torres (48) sobre el cáncer y su lucha, asegura está marcada por la casualidad.
Hace un par de meses acompañó su hijo Luciano (12) a una plaza de salud y le ofrecieron hacerse un examen de papanicolau, además una mamografía. No había en su familia antecedentes sobre esta enfermedad, pero ya que tenía tiempo, se los realizó. Dos días después la llamaron y la derivaron al hospital, donde le realizaron una ecotomografía, que arrojó "un cuerpo sospechoso". Fue así como llegó a la Unidad de Patología Mamaria, UPM, donde le practicaron una biopsia... definitivamente tenía cáncer de mamas, pero era incipiente, por lo que el médico también le practicó una mastectomía total en la mama derecha.
"Usaba un sostén con una copa de silicona para que no se notara" dijo mientras agregó que es una etapa muy choqueante para una mujer, donde el apoyo de su esposo -asegura- fue fundamental.
"Ahora me voy feliz porque me siento más segura y no tendré que estar pendiente que se vea el relleno. Podré prestar atención a otras cosas", sentenció.
Rotaplast es un operativo médico gratuito organizado por el Rotary Club y que cuenta con el apoyo del Servicio de Salud local y Collahuasi. Este año estuvo a cargo de 24 especialistas nacionales y extranjeros, quienes este año realizaron 60 operaciones. J