Acusado de manejar ebrio arriesga 10 años de cárcel
Con pruebas audiovisuales y testigos, concluyó la primera parte del juicio oral contra Erwin Vallejos Muñoz (27), acusado como autor del delito de conducción en estado de ebriedad con resultado de muerte, por el accidente que acabó con la vida de Camila Henríquez Villalobos, de 14 años, en octubre del 2013.
Según las pruebas presentadas por la fiscalía y la abogada querellante, el hombre que está en prisión preventiva desde el accidente, conducía sin licencia y con 2,1 grados de alcohol en su sangre y con tres personas a bordo de su vehículo, incluyendo a la joven víctima.
Los testimonios de dos funcionarios de Carabineros que adoptaron el procedimiento el día del accidente, manifestaron que el joven rehuyó un control policial, embistiendo con el vehículo a uno de los uniformados, lo que le provocó un esguince de tobillo.
En el intento de fuga, se estrelló contra el muro perimetral del edificio Campanario II, y la menor que viajaba en el asiento trasero murió a los minutos producto del fuerte impacto, el que le ocasionó fracturas en la cabeza.
Según el relato, el acusado habría intentado escapar por una ventana, pero fue detenido por un uniformado en bicicleta.
La escena anterior fue graficada en la audiencia a través de un video captado por las cámaras de seguridad del edificio, donde figura el vehículo zigzagueando y, posteriormente, chocando con el muro.
Junto a lo anterior, en la declaración de personal de la Siat, se expuso que 'habían botellas de cerveza y vino al interior del auto; además de la declaración del acusado el día de los hechos, en que confiesa haber bebido además cinco vasos de ron'.
La madre de la niña fallecida, que padece discapacidad auditiva, expresó tras un biombo y a través de un intérprete de señas, que su vida se desmoronó ante la pérdida de su hija.
'Ella era una buena niña y alumna. Con su partida perdí un gran apoyo ya que era la única mujer de mis tres hijos; caí en depresión, perdí mi trabajo, me separé de mi esposo y actualmente vivo con mis hijos en una pieza arrendada', lamentó.
El acusado también declaró al comienzo del juicio, señalando que efectivamente conducía estando ebrio y pidió perdón a la familia de la víctima.
La fiscalía pidió diez años de presidio mayor en su grado mínimo, más una multa de 40 UTM y la inhabilidad perpetua para conducir vehículos. J