Desigualdad en zonas extremas
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Una de las grandes problemáticas que existen en zonas extremas, es la dificultad para atraer profesionales de calidad para potenciar el desarrollo.
La falta de 650 profesionales en el hospital regional es una prueba de ello. Los sueldos en el servicio público no son de interés para médicos especialistas, con más de diez años de estudios y que si bien están dispuestos a venir a Tarapacá, no están las condiciones para que estos puedan radicarse, con sus familias y que les sea atractivo el cambio.
Pero además del sueldo, que si bien no es bajo para la mayoría de los chilenos, para que estos profesionales de calidad puedan llegar a Iquique, es necesario ofrecerles bastante más de lo que ganan en Santiago, ya que el costo de la vida es mucho más elevado en el norte y salvo exepciones, la mayoría no querrá cambiarse a una ciudad donde tendrá peores réditos y más trabajo.
Lamentablemente, no solo son los sueldos que evitan que profesionales de todas las áreas quieran radicarse en zonas extremas. Este es un Chile diferente, calles en mal estado, carreteras peligrosas, educación y salud de baja calidad, una locomoción colectiva con un sistema obsoleto y escaso acceso a inmuebles.
Si queremos crecer como región, debemos contar con profesionales y científicos de calidad, que sean capaces de formar equipos de trabajo serios y que los gobiernos locales les brinden las oportunidades para imponer nuevas ideas, creadas en la región y para la región.
En Tarapacá la escasa masa crítica no es tomada en cuenta por las autoridades, pese a que soluciones a problemas con la ruta, transporte público o la escasez de terreno, deberían nacer desde las universidades locales y no esperar a que un ministro desde Santiago diga lo que hay que hacer.
Las grandes mentes forjadas en Iquique hoy están trabajando en Santiago o en otras partes del mundo y muy pocos se preocupan por ser un aporte para la región que los vio nacer, pero sería injusto culparlos, porque muchos que intentaron ofrecer sus conocimientos a la región, no fueron tomados en cuenta.
Hasta el minuto el país no es capaz de descentralizarse y aunque existen esfuerzos dispersos, mientras las regiones no se impongan y no cuenten con mayores recursos para investigación, es imposible dar el salto a una modernización equilibrada del país, donde los chilenos de Colchane, tengan las mismas oportunidades que los de Providencia.
'Mientras la guerra sea considerada como mala, conservará su fascinación. Cuando sea tenida por vulgar, cesará su popularidad'.
Cada año, la misma cantinela, así hubiera dicho mi abuela que, no conocí. Llega septiembre y, empieza la discusión acerca de la ubicación de las ramadas. Que no haya un lugar para este tipo de recinto, revela la carencia de espacios comunes para que la gente se junte y celebre. Una ciudad, sin esas esferas comunes, no merece llamarse como tal. Es el equivalente, a no contar con plazas y parques.