Dejen elegir a las personas
Hoy fueron las bebidas azucaradas, alcohólicas y los cigarrillos, los que se ven agravados. Algunos se alegran porque la medida es "deseable", pero no ven el principio rector que hay detrás de estas reformas, la Fatal Arrogancia, como diría el premio Nobel F. Hayek, de pretenderse más preparados que las personas ordinarias para tomar las decisiones que afectan a estas.
También han mostrado este principio en la reforma educacional: "los padres no saben elegir colegios, nosotros escogeremos por ellos".
Quien sabe si mañana sigan escalando y cierren un diario porque no dice la (su) verdad, y como los lectores no se dan cuenta de ello y hay que prohibirles leerlo.
Juntos debemos recordárselo a los políticos que hoy tienen la convicción de que no somos inteligentes.
Joaquín Rodríguez Droguett