Ala altura de Mejillones, Región de Antofagasta, se libró, el 8 de octubre de 1879 el combate naval de Punta Angamos. Fue uno de los episodios más importantes de la Campaña Marítima de la Guerra del Pacífico de 1879.

A las 07:30 horas de la mañana los buques peruanos Huáscar y corbeta Unión divisaron a las naves chilenas: se trataba del blindado Cochrane, la corbeta O'Higgins y el transporte Loa. La Unión logró escapar, pero no el Huáscar.

A las 09:40 comenzó el combate. Uno de los cañonazos disparados dio en la torre de artillería del Huáscar e hirió a 12 hombres; el segundo cortó las cadenas que dan dirección al timón; el 3º y 4º disparo dieron en la torre de mando y causaron la muerte al Almirante peruano Miguel Grau, que se encontraba en la torre giratoria junto a su ayudante teniente Diego Ferrer Este disparo destrozó el telégrafo de la máquina y la rueda de gobierno del buque. De inmediato asumió el mando el capitán de fragata Elías Aguirre, que fue muerto poco después en el abordaje al monitor.

Igual le ocurrió al teniente primero Melitón Rodríguez, que cayó en la lucha sobre la cubierta. Pedro Garezón, quién fue el último en suceder en el mando del monitor, mostró a los oficiales chilenos que el pabellón peruano estaba clavado en el mástil.

La marina chilena evitó el hundimiento del Monitor Huáscar y apagó los múltiples incendios mientras que los peruanos eran tomados prisioneros. Ese día el comandante de la Escuadra chilena, Galvarino Riveros en el parte del Combate escribió: "La muerte del contraalmirante peruano, Miguel Grau ha sido, señor comandante general, muy sentida en esta Escuadra, cuyos jefes y oficiales hacían amplia justicia al patriotismo y al valor de aquel notable marino."

Con la captura del Huáscar, Chile consiguió el dominio del mar en el Pacífico Sur y pudo realizar las Campañas Terrestres de la Guerra.

El subsecretario de Previsión Social, Marcos Barraza, ha destacado las eventuales ventajas que tendrá la creación de una Administradora de Fondos de Pensiones Estatal, pero a la vez ha advertido que ésta no puede ser gratuita y que tendrá que cobrar comisiones... tal como se preveía. Quizás por desconocimiento había quienes tenían la esperanza de que por ser un ente estatal podría dar un servicio gratuito.

Pero más aún, la presunta ventaja de una AFP estatal consiste en tener un nuevo actor en el mercado, en efectos prácticos, casi lo mismo que tener otro privado funcionando para que puedan elegir los cotizantes, lo que ciertamente es positivo.

Pero debe quedar claro que el comportamiento de los fondos previsionales que los trabajadores entregan a las AFP para que los inviertan, está directamente relacionado con los vaivenes de la economía. Muchas veces, cuando enfrentamos crisis económicas, esas inversiones se resienten o rentan menos, provocando pérdidas, o restando ganancias a los afiliados. Siendo más claros: el hecho de los resultados bastante similares entre compañías, responde precisamente a ello y al hecho que sus inversiones están reguladas por ley, vale decir, las AFP tampoco pueden invertir en lo que les plazca, sino exclusivamente en aquellas instancias determinadas por el legislador.

Por otro lado, el gobierno corporativo de las empresas del Estado ha sido un tema complejo de abordar.

Incluso algunas autoridades han tratado de ver cómo garantizar que las empresas estatales sean entidades al servicio de la gente y del país, con intereses claros, y no una especie de caja fiscal y de pago de favores políticos. Una AFP estatal, que movería cuantiosos recursos de los cotizantes, podría ser el instrumento para financiar las quiebras o desaguisados generados por la mala planificación o la mala gestión.

Las experiencias en tal sentido son muchas. No hay que olvidar que el anterior sistema previsional de reparto quebró por el mal uso que hicieron de él los gobiernos y políticos, de modo que debe exigirse el máximo de rigor para su funcionamiento.