La historia ignorada de las monjas Oblatas de Iquique
La capilla Santísimo Sacramento, ubicada en Wilson 122, es el único vestigio visible que queda en la ciudad de lo que fue la congregación religiosa de las "Oblatas Expiadoras del Santísimo Sacramento", que nació en 1911 en Iquique y que tiene como orgullo ser la única congregación religiosa chilena establecida en el norte del país, además de una de las pocas agrupaciones que combina contemplación, con el servicio comunal.
La historia comienza tras una conversación que tuvo Rosa Jaraquemada Walton (descendiente de los hermanos Carrera y Paula Jaraquemada) con el entonces Vicario de Tarapacá, José María Caro, quien le invitó a crear un convento en la ciudad, sin que ella tuviera conocimiento alguno de Iquique, pues nunca había estado en el lugar .
"Ella tenía la idea de formar una congregación que se dedicara a la adoración perpetua del Santísimo Sacramento y a enseñar la doctrina cristiana a los niños y los adultos para prepararlos para la primera comunión, pero sin quitar la idea que dar espacio para efectuar labores diocesanas, por lo que eran semicontemplativas, es decir, con altas horas de oración frente al Santísimo Sacramento, pero con una gran vocación a los necesitados", expresó Rodrigo Vildoso, tesista de Licenciatura de Historia del Arte en la Universidad Internacional SEK, quien investiga esta congregación.
Así, en 1911 se establece este convento, con el nombre de "Víctimas de Jesús-Hostia", pero hubo diversos problemas para fundar la congregación religiosa, puesto que debía cumplir varios requisitos, en especial el permiso que se da en El Vaticano y que continúa así en la actualidad.
APROBACIÓN
Incluso, en el libro IV de Decretos y nombramientos del obispado de Iquique está el "Acta de Bendición" efectuada por Su Santidad Pío X, como él lo había comprometido con la superiora.
El terreno en donde se edificó el convento, en la actualidad está ubicado en calle Wilson 122, donde con los propios fondos de Jaraquemada se adquirió el terreno y se construyó la congregación; mientras que la iglesia fue edificada por el Vicariato Apostólico (actualmente Diócesis de Iquique), la que fue inscrita el 7 de octubre de 1914.
En 1915, el Supremo Gobierno dio autorización a la congregación para su difusión por todo el territorio nacional y en 1919 se fundó la segunda casa de Oblatas Expiadoras, bajo el título del "Sagrado Corazón de Jesús", esta vez en Santiago, en la avenida Matucana, donde abrieron el noviciado para nuevas integrantes de la congregación.
Luego, en 1925, se fundó en Santiago la "Casa de los Santos Ángeles" y al año siguiente se trasladó a ella la dirección general de la congregación y el noviciado, ubicada en la calle Condell 1850, donde la madre superiora general fue Sor María Isabel de Jesús-Hostia, quien falleció en 1930.
Además, en 1922 la congregación de las Oblatas Expiadoras asumieron el asilo de la infancia, ubicado en Pedro Lagos con Freddy Taberna, donde estaba el hogar femenino de Carabineros.
En 1931, por los trabajos realizados en el asilo, la congregación completa decidió trasladarse a esas dependencias y dejaron la parroquia en manos de la administración diocesana.
Despedida de Iquique
En la actualidad, de esta congregación 100% iquiqueña, sólo quedan tres religiosas, las que dividen sus tiempos entre las acciones que deben realizar en el colegio Rosa Jaraquemada (nombre real de la fundadora de la congregación), ubicado en la comuna de Ñuñoa, las atenciones que realizan en el Santuario del Cristo Pobre, ubicado en Matucana y la capilla construida en Cartagena, sin que pierdan la consideración de Iquique como su Alma Mater, ya que en el traslado a la capital, también se efectuó el cambio de la casa central a esa región, aunque está a punto de desaparecer.
En la actualidad, la capilla del Santísimo Sacramento tiene como sacerdote a Guillermo Fajardo. J