"No hay tiempo para el miedo en un conflicto"
En el hangar donde se instalan las poderosas naves de combate de Estados Unidos en el marco del ejercicio "Ciclón 2014" en la Segunda Región, los oficiales se toman un rato de descanso. Si los chilenos aprovechan para conversar al igual que los brasileños; los argentinos y uruguayos descargan sus termos para prepararse un mate, los norteamericanos toman su balón de fútbol americano y aprovechan de entrenar sus pases. No vemos tackles ni nada por el estilo, pero eso si, se lo toman en serio. Pareciera que se concentran más de lo necesario, o la otra opción -y la más probable-, es que no están preparados para que nos acerquemos.
Se nos aproxima uno de sus oficiales con acento medio mexicano y nos advierte que no es el momento para tomar fotografías. Aceptamos, y nos mira con cara de relajo como diciendo "it's ok", o en español: "está todo bien".
Buscamos al piloto Kristian Thiele (38). Uno de los hombres más importantes de la comitiva estadounidense que participa en los ejercicios internacionales, por ser quien coordinó casi en su totalidad esta participación de la "Air Force: Texas Air National Guard" en Cerro Moreno. Y también por ser uno de los pocos de los presentes en el ejercicio multinacional, que estuvo realmente en una zona de conflicto.
Lo primero que nos comenta es que está muy contento con la hospitalidad con la que todos se tratan y que está esperando a que le confirmen su momento para subirse a su avión F-16.
A su lado se encuentra otro uniformado norteamericano que lo observa mientras habla con nosotros y bromea diciéndole en inglés: "nunca te había visto tan relajado conversando. Este es un lado sensible tuyo que no había tenido la oportunidad de ver". Los dos sonríen y se concentran en el relato.
"Hasta ahora todo ha sido genial. Nos ayudan con todo y es increíble porque todos los chilenos hablan inglés muy bien y nuestro español no es bueno (ríe) Es la mejor oportunidad para entrenar con todos los países y eso es lo mejor para conocer como se hacen los ejercicios y los vuelos. Sobre todo analizando cómo podemos trabajar juntos".
sus misiones
Son 14 años de carrera en la fuerza aérea y ha estado en Korea, tres años en Japón, dos años en Alemania, fue instructor en la Escuela de Armas de Las Vegas por dos años y ahora lleva cuatro años en Texas.
Pero lo más llamativo de su carrera, ha sido el tiempo en el que estuvo en el verdadero frente de ataque en Irak y Afganistán donde, explica, "no hay tiempo para sentir miedo en el conflicto".
"Si has tenido un buen entrenamiento, el conflicto no es muy duro. Mientras el entrenamiento sea realmente bueno y si siempre tratas de estar aprendiendo y de ser el mejor en cada misión de entrenamiento, entonces el conflicto no es tan duro".
"Bueno, lo primero es que tienes que estar seguro que tu entrenamiento fue perfecto porque en la guerra no puedes cometer ni un error. Si tú lanzas una bomba en un lugar errado, o dañas a la gente equivocada, o destruyes el edificio equivocado, es un asunto muy serio. Es por eso que para nosotros, estas oportunidades aquí, en diferentes áreas, en diferentes locaciones, son importantes. Porque en nuestra casa (EE.UU.) ya conocemos todos los "targets", así que estar en un lugar diferente aumenta nuestro aprendizaje y la forma como hacemos todo perfecto".
"Yo no suelo hablarlo. Nadie me pregunta y yo normalmente no lo hablo, pero la mayoría de los de mi unidad, más bien, todos los de nuestra unidad, han estado en combate. La primera vez que estuve (en combate) fue en el 2004, la segunda vez fue en el 2008 y mi última vez fue en el 2011. Yo creo que en cada experiencia hay momentos para asustarte. Te preocupas generalmente en el momento que dejas caer una bomba porque tus fuerzas terrestres normalmente están muy cerca de los enemigos y eso te pone muy nervioso". J