Sin vida y con una data de muerte de al menos 36 horas fue encontrada en su habitación la joven transexual conocida como Darinka Ivonne, quien habría muerto por complicaciones derivadas de la inyección de silicona industrial en sus piernas.
La joven, cuyo verdadero nombre era Rubén Darío Crespo Cáceres de 24 años, tenía nacionalidad boliviana con residencia en Chile y ejercía el comercio sexual en Iquique.
Según confirmó el comisario Paulo Villanueva, jefe de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones, cercanos a la víctima dijeron que le habrían inyectado silicona el martes 28 de octubre.
De hecho, Darinka en su perfil de Facebook publicó "Mi Dios y mamita bendíganme de nuevo entrando al pabellón última vez".
Tras la intervención, sus amigas le perdieron la pista. Fueron ellas mismas quienes dieron aviso a la policía, es por ello que la BH llegó hasta la casa ubicada en calle Cerro Dragón, para constatar la situación.
Darinka entonces fue encontrada muerta en el interior de la pieza y "no presentaba lesiones atribuibles a terceras personas y lo más seguro es que haya muerto por un infarto, pero no se descarta que haya influido el injerto de silicona que se hizo, según la versión de sus compañeras", explicó el comisario Villanueva.
Además la policía investiga la existencia de un centro o alguien que esté realizando el procedimiento, que según Villanueva, si alguien realiza un procedimiento médico sin un título y en un recinto que no tiene las atribuciones para ello, se puede perseguir el delito de mal ejercicio de la profesión.
CONSTERNADOS
"Conocí a Darinka hace tres años atrás cuando llegó con una mano atrás y una adelante. Era un lolito y acá se transformó en una travesti. Era muy bonita, muy tranquila, no era mala", manifestó Montero.
La presidenta de la agrupación de transgéneros añadió que en ciertas ocasiones, las jóvenes travestis viven una especie de adicción a los procedimientos para aumentar partes del cuerpo y se genera una competencia entre ellas con el fin de obtener éxito en el comercio sexual.
Respecto al contacto con familiares de Bolivia, quienes deberían reclamar el cuerpo, Montero explicó que "si bien entre todas son amigas, ellas no cuentan su historia familiar y cuesta conseguir a alguien cercano que venga a la morgue. Son chicas discriminadas, botadas de sus casas y que no vuelven nunca más".
El presidente de la agrupación Fadise, Pablo Imaña, contó que la fallecida era dibujante técnico, pero debido a la discriminación tuvo que ejercer la prostitución.
Agregó que en Chile no existe legislación para proteger y fiscalizar las intervenciones que se realizan los jóvenes que quieren cambiar de género, y por ello se realizan procedimientos en centros ilegales. J