Tenemos ad portas una nueva interpelación, esta vez en contra del Ministro Eyzaguirre, en la anterior al Ministro Peñailillo no sacaron muy buena nota los interpeladores, más bien el interpelado salió más fortalecido, mientras los primeros insistan con preguntas un tanto anunciadas que no aportan a resolver en pleno los motivos expuestos para llegar a la interpelación, más bien terminan llevando el debate a la añeja disputa política partidista entre gobierno y oposición, lo que finalmente permite al interpelado terminar literalmente dando una charla personal con tintes motivacionales del escenario político reinante.
Es de esperar que en esta oportunidad se cumpla a cabalidad el objetivo de una de las tres herramientas de fiscalización al poder ejecutivo con que cuenta la Cámara de Diputados, siendo las otras dos, las acusaciones constitucionales y las comisiones investigadoras, es muy importante que estas instancias legales se desarrollen en un marco de preguntas y respuestas precisas y concisas y no que terminen en debates inconducentes, que por lo general llevan a buscar ganadores y perdedores, situación que está muy lejos de los objetivos buscados por la interpelación, por el contrario de cumplirse con los protocolos establecidos, el único que gana es Chile y su gente…
Luis Enrique Soler Milla.