De buena fe
Hace cuarenta años hubo una decisión que con certeza podemos afirmar que tenía un sentido principalmente geopolítico, dadas las circunstancias que en aquel momento se evaluaban en el país y sus relaciones con los vecinos.
Algunos pocos pioneros de ese entonces, que hoy siguen trabajando con nosotros, comenzaron a imaginar y concretar negocios en esta región, en esta zona franca. Así, de las 70 mil personas que habitaban estas tierras, hoy, cuarenta años más tarde, nos acercamos a las 200 mil. La zona de Arica, Iquique y Alto Hospicio, se ha convertido en un área cosmopolita.
Hago recuento de todo lo anterior, con el fin de contextualizar los múltiples y diversos intereses que confluyen en estas regiones y, especialmente, en su zona franca. Intereses que muchas veces, legítimamente, entran en conflicto.
Si se piensa y analiza con objetividad y sin apasionamientos, a los miembros del directorio les corresponde velar por los accionistas de la empresa; por el mejor éxito de los negocios de los usuarios; por los trabajadores de todo el sistema, incluidos por supuesto los de ZOFRI; por los clientes; por las comunas que reciben los ingresos brutos de la Compañía y, por último, por toda la comunidad de ambas regiones que muchas veces ven afectados sus intereses por las decisiones y/o acciones de la zona franca.
En este espíritu se enmarca la decisión del Directorio de rebajar las tarifas para aquellas empresas que deban y quieran renovar sus contratos para continuar operando bajo las franquicias del sistema. Estamos concientes que para algunos resultan insuficientes dichos montos, pero luego de un arduo estudio y con la opinión de expertos económicos y legales, se acordó una rebaja afectando lo menos posible a unos por sobre otros.
Ahora debemos todos juntos mirar al futuro y trabajar mancomunadamente en el perfeccionamiento y mejoras que requiere la zona franca para así recuperar los niveles de actividad de los últimos años con lo cual todos verán satisfechos sus legítimos intereses.