El análisis del delito es complejo, de igual forma lo es el diseño de una respuesta efectiva que lo mitigue. Ello, porque a la base existen diversas variables que tienen incidencia en la ocurrencia de un delito, como son las variables ambientales, económicas, sociales culturales entre otras.

Sin perjuicio de lo anterior, es importante distinguir entre la ocurrencia de delito un común y situaciones que denotan por vía de la expresión de la violencia, problemas sociales de mayor profundidad social. A propósito del aumento de la victimización observada en la encuesta Paz Ciudadana Adimark, que ubica la victimización de los hogares en un 43,5%, el mundo político ha planteado el aumento de los delitos, la violencia en la Araucanía, el robo a empresas de transporte de valores, y la supuesta relación existente entre grupos anárquicos y la instalación de bombas, como un solo tema.

Probablemente, la primera respuesta a dichas problemáticas es que en el análisis persiste un enfoque policial acerca de problemas que tienen base social. Por ejemplo, en el caso de la instalación de bombas y la supuesta vinculación a grupos anárquicos, claramente no tenemos respuesta al hecho de que estos grupos, integrados fundamentalmente por jóvenes, estén dispuestos a atentar contra la propia sociedad. La pregunta es ¿por qué?. ¿Qué piensan estos grupos?, ¿Qué los motiva? en definitiva ¿Cuáles son las causas de dicha conducta o los elementos que nos permitan comprenderla? La ultima Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana señala que el 38,2% de los hogares de Tarapacá, ha sido víctima de algún delito durante los últimos 12 meses, en tanto que el promedio es 24,8%. Sin embargo, aún no definimos estrategias diferenciadas respecto al delito. No podemos seguir mezclando temas tan diversos como la problemática de la violencia intrafamiliar, delito común y el narcotráfico.

Para avanzar, el Estado debe demostrar interés, proporcionado los recursos financieros y humanos necesarios para ello y adoptando las decisiones políticas pertinentes para impulsar dichas estrategias. A la fecha en nuestra región aún no se define al Coordinador Regional de Seguridad Pública.

El Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua define el concepto "discapacitado" o "discapacitada", como "Dicho de una persona: Que tiene impedida o entorpecida alguna de las actividades cotidianas consideradas normales, por alteración de sus funciones intelectuales o físicas", refiriéndose a las desventajas objetivas que puede tener una persona así definida. Desde otra dimensión, se prefiere hablar de las mismas como personas con "capacidades distintas" o "capacidades especiales", reconociendo su desarrollo de otras habilidades.

Sin embargo, sea cual sea el enfoque con que se pueda enfrentar la realidad con la que viven millones de chilenas y chilenos, lo cierto es que la inclusión aún no las está alcanzando en ninguna de las dimensiones.

En Tarapacá las organizaciones han manifestado en reiteradas oportunidades la necesidad de mejorar las condiciones para el tránsito y el acceso a edificios públicos.

No todos los edificios cuentan con las rampas de acceso y la mayor parte de las veredas de la ciudad no consideran el acceso a discapacitados.

Un avance son los actuales trabajos que se realizan para mejorar las veredas del centro de Iquique, no solo por que se consideran las medidas, sino porque son un avance a las deterioradas calles, donde el peligro de accidente no solo afecta a aquellos que utilizan una silla de ruedas.

Hace algunos días el caso de un taxista que ayudó a una madre y su hijo con asperger, conmovió al país, sin embargo, lo lamentable es que sean casos aislados.

Justo cuando el país pone sus ojos y su atención en aquellas personas, concretamente niños que presentan algún impedimento físico y que reciben apoyo gracias a la Teletón, es vital que los discursos y las intenciones penetren en el corazón de una sociedad.

La empatía que hoy emana por pequeños y pequeñas, jóvenes que han logrado proyectar sus vidas gracias a esta obra, debe ser permanente y cotidiana, de manera que se instale en nuestra cultura para lograr la verdadera inclusión.