Sismógrafos submarinos fueron repartidos entre Arica y Tocopilla
Entre las costas de Arica y Tocopilla, con una distancia promedio de 20 a 30 kilómetros entre sí, fueron depositadas en el fondo oceánico 15 boyas con sismógrafos con el objetivo de registrar la mayor cantidad de datos posibles del fondo marino en las zonas de ruptura de los dos terremotos ocurridos en abril de este año.
Los sismógrafos instalados a 5.000 mil metros de profundidad, por expertos del Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile, con la colaboración de profesionales de Instituto de Kiel de Alemania y la Armada de Chile, podrán incluso aportar imágenes en 3D del subsuelo marino, siendo un gran aporte para la ciencia, ligada al estudio sismológico en nuestro país.
Eduardo Contreras, Profesor del Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile, destacó la labor de la Armada en la instalación de los sismógrafos, ya que hizo el trabajo más rápido de lo presupuestado inicialmente.
La actividad se desarrolló durante tres días y consideró la instalación de cuatro a cinco instrumentos por día, que permanecerán un año en el fondo del mar y comenzarán a registrar información de manera inmediata.
A través del buque Patrullero Oceánico "Comandante Toro", la Armada fue la encargada de trasladar los equipos, el personal técnico, y apoyar en las maniobras de fondeo para dejar operativos los sismógrafos marinos.
Los instrumentos proveerán información relevante para el Centro Sismológico Nacional (CSN), frente a las costas del norte. J