Simples tapas de plástico pueden salvar vidas
Ya sea de bebida o agua mineral, a diario las personas desechan por lo menos una tapa de botella de estos productos, sin pensar que al reciclarla, además de contribuir al cuidado del ambiente, pueden ayudar a salvar una vida.
Esto sucede con las tapas que recicla la corporación Damas de Café. A nivel nacional dicha organización las recolecta y vende a fin de recaudar fondos que les permitan asumir los gastos de la ayuda social que brindan a niños con cáncer; sin embargo, una vez adquiridas por la empresa Oliver Limitada, son convertidas en maceteros.
AYUDA SOCIAL
Cristina Benson, presidenta de la corporación, narra que esta iniciativa la emprendieron hace tres años y actualmente contribuye a mitigar la contaminación ambiental y brindar ayuda a 223 niños con cáncer que provienen de diferentes regiones del país y son tratados de este mal en la ciudad de Santiago.
Aproximadamente tres toneladas de tapas de plástico acopian en un mes para obtener 800 mil pesos por parte de la empresa que les compra el producto reciclado a un valor de 250 pesos el kilo.
Justamente es la cantidad que en un buen mes -como califica Benson- logran reciclar a nivel nacional con los aportes que reciben de ciudades como Iquique, Arica, La Serena, Viña del Mar y Santiago; siendo empresas, colegios, instituciones e incluso personas naturales quienes colaboran con tal fin.
Si bien, en el mejor de los tiempos logran 800 mil pesos de ingresos a partir de la venta de las tapas de plástico, este dinero no les permite cubrir los gastos que realizan en exámenes de diagnóstico, compra de medicinas, prótesis, sillas de ruedas y camas especiales. A ellos se suman pagos de funerales en caso de que los niños lamentablemente no logren sobrevivir a la enfermedad como también la inversión que demanda el uso de la ambulancia que poseen y el sostenimiento del hogar temporal de la corporación.
"Al mes en exámenes gastamos 500 mil pesos ya sea porque los hospitales no cuentan con las maquinas o porque éstas están deterioradas. A ello se suma cerca de un millón de pesos que nos implica el uso de la ambulancia para trasladar a los niños a los hogares temporales pues debemos pagar combustible, mantención y al chofer", detalla Benson al remarcar que los gastos que deben realizar y la cifra de niños con cáncer, que incrementa con el tiempo, los impulsa a seguir con esta campaña de reciclaje.
Mientras recuerda los 38 años de labor que cumplen en el país, la presidenta de Damas de Café precisa que en el hospital Luis Calvo Mackenna atienden actualmente a 130 niños, en tanto en el hospital San Juan de Dios ayudan a 100 menores.
Del grupo de niños que son beneficiados con los fondos obtenidos por el reciclaje y venta de tapas de plástico, el 20% corresponde a menores de Iquique quienes principalmente sufren de leucemia.
En Iquique, existen dos puntos de acopio siendo la Iglesia San Francisco que recibe los donativos del referido material desechable de lunes a viernes de 10.00 a 13.00 horas; así como en la vivienda ubicada en el condominio La Tirana casa #120.
Todo lo recolectado, al igual que en el resto de ciudades del país, es enviado a la oficina de Damas de Café situada en el hospital Luis Calvo Mackenna de donde posteriormente se envían a la empresa Oliver Limitada que procesa el referido material.
Maceteros
Es interesante saber además que las tapas de bebida que las personas donas tienen un interesante destino, toda vez que éstas son transformadas en maceteros, platitos para mascotas y otras . Al respecto la administradora de la referida empresa, María Ibarra, informa que una vez adquiridas las tapas de plástico a la corporación Damas de Café, la primera acción que se realiza es separarlas por color.
Explica que para el caso de la elaboración de maceteros de colores verde, negro y terracota, los insumos son: 30% de tapas de plástico recicladas y 70% de polipropileno.
"Una vez separadas por colores se procede a moler el material, mezclar, y aplicar la pigmentación para obtener el color deseado. Luego de ello se somete la materia prima a una máquina inyectora que tiene un tornillo que va girando y echando el material al molde del cual, tras enfriarse, obtenemos como resultado el macetero", detalla Ibarra.
Al explicar el proceso de fabricación, aclara que a partir de las tapas también elaboran los recipientes que se colocan bajo los maceteros para evitar que discurra el agua como también separadores de moldaje empleados en las obras de construcción.
Hasta diez tamaños de maceteros se logran obtener teniendo como insumo las tapas de plástico las cuales tardan mil años en degradarse. Estos son destinados principalmente al mercado del norte del país, precisa la administradora de la empresa que contribuye con la campaña que impulsa Damas del Café.
"Los maceteros son principalmente demandados por las ciudades del norte del país. En Iquique tenemos un comprador que adquiere los maceteros hechos con tapas de plástico recicladas, los adquiere para cultivar plantas y luego venderlos", comentó.
De aproximadamente un kilo de materia prima compuesta por 30% de tapas de plástico y 70% de prolipropileno se logra fabricar dos maceteros del formato más grande que ofrece la empresa siendo este el de 35 centímetros de diámetro que usualmente se usan para las palmeras.
Teniendo en cuenta los resultados que se pueden obtener a partir de simples tapas de bebidas, agua mineral y de todo aquel producto que las posee, la representante de Damas de Café y de la empresa Oliver Limitada recomiendan a las personas pensar dos veces antes de desecharlas. Esto, considerando que al reciclarlas y llevarlas a los centros de acopio podrán contribuir con el tratamiento de niños con cáncer como también a reducir la cantidad de materiales que tardan años en degradarse en el planeta pero que pueden ser reutilizados. J