La población de Tarapacá se está acostumbrando que -al revisar las noticias- se encuentren con exitosas diligencias policiales que dan cuenta de incautaciones y decomisos de narcóticos y otras sustancias. En el mes de enero conocimos de la tonelada de drogas que logró sacar del mercado ilícito la Policía de Investigaciones, y hace pocos días Carabineros de Chile hizo lo propio en Pozo Almonte al descubrir un vehículo con más de 350 kilogramos de droga.

Son quizás dos de los casos más visibles de los muchos que se realizan día a día por las policías en Tarapacá y que dan cuenta del compromiso con que se ha asumido tanto por la autoridad como por los funcionarios, la responsabilidad de velar por la seguridad y resguardo de la población.

Tenemos un mandato claro de la Presidenta de la República: Trabajar cada día por lograr una mayor equidad social. En este ámbito, el flagelo de la droga lamentablemente nos genera una serie de delitos conexos, desequilibrios sociales, así como una serie de situaciones que causan inseguridad en la población.

La Presidenta Bachelet, el ministro Peñailillo y el subsecretario Aleuy nos han mandatado a trabajar junto a las instituciones policiales, es por eso que hemos establecido Comités Policiales donde además participan los gobernadores a fin que la población se sienta más segura.

También es necesario destacar el trabajo de la Armada de Chile que, en esta misma línea, ha reforzado sus servicios en el borde costero a fin de fiscalizar el consumo de alcohol en las playas del litoral, además del resguardo a bañistas que repletan nuestras costas. Por otra parte, Aduanas también ha demostrado una exitosa labor en el permanente control de ingreso de mercancía no permitida al país.

Los positivos resultados en el inicio de año nos motivan a seguir en la misma para todo el 2015, para seguir entregando más seguridad para todos los tarapaqueños y tarapaqueñas.

Las redes sociales están llenas de fotos y comentarios que se quejan por la basura, que el camión recolector prioriza solo algunos sectores y los barrios más populares no tienen toda la atención.

Si bien la responsabilidad de la limpieza es de los municipios, es necesario hacer un cambio de cultura que permita que tanto iquiqueños como los que han adoptado la ciudad e iniciado una vida laboral en ella, practiquen las normas básicas que permitan una adecuada convivencia.

No es raro los domingos ver calles plagadas de basura, pese a que todos saben que el sábado no funciona el servicio.

El sistema de retiro de desechos domiciliarios de Iquique, donde las personas tienen la posibilidad de sacar sus desechos seis días a la semana, es único y a diferencia de otras ciudades donde la basura pasa solo tres días, debería traducirse en una ciudad mejor aseada; sin embargo el viejo adagio dice, "el más limpio es quien menos ensucia".

Por esto, ningún sistema sirve si no contamos con un cambio de conducta, esa que hace que muchos lancen el envoltorio por la ventana del automóvil, o al piso, pese a tener un basurero a 100 metros.

La municipalidad y la concesionaria probarán un sistema con contenedores, que busca ser la solución y que permitiría ahorrar costos, luego que el que impera hoy en día, con el crecimiento de la ciudad se hace cada vez más costoso. La idea es que en un futuro el camión no tenga que pasar todos los días por los barrios y en el caso que los vecinos no puedan esperar, los desperdicios se acumulen en el recipiente.

Este sistema, ha sido probado en varias ciudades del país y en varias de ellas fue un fracaso, principalmente por su mala utilización e incluso en Antofagasta llegó generar una alerta sanitaria.

El desafío como ciudad es grande y es un cambio que debemos asumir desde los más pequeños, con campañas en jardines infantiles y colegios, con premios y multas ejemplares para quienes no cumplan.

Si Tarapacá quiere convertirse en un destino turístico internacional, la limpieza en su capital Iquique debe ser el inicio para conquistar a los forasteros y decirles bienvenidos.