Como si se tratara de algún espacio de una casa, personas en situación de calle se adueñan a diario de veredas de céntricas vías de la ciudad para dormir, comer, hacer sus necesidades fisiológicas e incluso consumir alcohol y drogas sin pudor alguno.
Este problema que afecta a la ciudad se concentra principalmente en alrededores del liceo Santa María y del Mercado Centenario donde, de día y en especial de noche, se aprecian estas situaciones que causan malestar e indignación a comerciantes del sector como a quienes transitan por el lugar.
Restos de comida, manchas generadas por desechos biológicos y bebidas alcohólicas es lo que se aprecia en los lugares donde permanecen estas personas, produciendo no sólo un mal aspecto para los transeúntes sino condiciones de insalubridad al propiciar la concentración de insectos y emanación de malos olores.
Esto se comprobó en un recorrido por el lugar donde, en una de las veredas de la intersección de las calles Barros Arana con Latorre, se encontró a dos varones y una mujer durmiendo.
Similar situación, pero con colchones para recostarse, se halló en una esquina de la puerta posterior del colegio Santa María a una pareja quienes tapados con cobertores dormían hasta pasada las 10 de la mañana, sin percatarse de las personas que los observaban al pasar por el lugar.
En tanto en el sitio, pero en el otro extremo, una mujer disfrutaba de sus horas de sueño en las mismas condiciones.
En el mismo sector, pero en la esquina de las calles Amunátegui con Latorre, dos varones en evidente estado de ebriedad se encontraban al ingreso de un local comercial.
Esta situación enfrentan todos los días los locatarios del Mercado Centenario quienes expresaron sentirse cansados de ver este panorama y que ninguna institución pueda dar solución.
Norma Frit quien tiene más de 30 años trabajando en su negocio ubicado en una de las esquinas del establecimiento comercial expresó que, si bien este problema no es reciente, con el paso de los años se agrava.
'La mujer que anda en la calle, una peladita, estaba teniendo relaciones en la tarde ahí al frente, yo venía con mis niños de 10 y 3 años y vieron. La administración ha ido a la municipalidad, ha enviado cartas al Servicio de Salud sobre este problema pero nadie hace nada', precisó.
Por su parte Andrés Gahon, propietario de Tio's Jugos, fue enfático al decir que la presencia de indigentes en el sector no sólo afecta la imagen de la zona, sino también generan condiciones de inseguridad e insalubridad.
Similar comentario hizo Susana Pino, quien trabaja en un restaurante del segundo nivel del mercado. Ella refirió que todos los días deben lidiar con estas personas en situación de calle quienes se acercan a las mesas a pedir comida o dinero a los comensales.
'Encima que están mal vestidos, están hediondos y la gente reclama porque los molestan y por eso se desaniman a venir a comer al mercado', detalló al subrayar que esto afecta tanto a locales como turistas. J