La opinión pública está indignada por las noticias relativas a la encubierta ayuda brindada a determinados parlamentarios de un partido político de oposición por parte de un grupo económico con el objeto de financiar gastos electorales.
Pero ahora nuevas noticias están citando algunos casos de congresistas oficialistas que habrían recibido ayuda empresarial. Se trata de una importantísima compañía minero no metálica, cuyo controlador está cuestionado por una Superintendencia por operaciones bursátiles.
Todo esa ruidosa situación podría ahondarse con la ampliación de las investigaciones.
A fines del Siglo XIX se reveló en Londres antecedentes sobre la investigación de un comité de accionistas de la Empresa de los Ferrocarriles Salitreros de Tarapacá por los excesivos gastos legales de la compañía, que se realizó después del deceso de Mister North, el autodenominado Rey del Salitre. Fueron interrogantes integrantes del Directorio de la empresa.
Entre éstos, Sir Ashmead-Bartlett, a quien se preguntó si podría dar detalles de la inversión de esos gastos, respondió: "No podría distinguir exactamente entre lo que se puede llamar gastos legales legítimos y gastos privados... que consistía en dinero regalado a gente en Chile que se creía pudieran ser útiles al ferrocarril. Como se nos atacaba, se nos aconsejó hacer ese gasto para resguardar los derechos del ferrocarril".
El oro salitrero favoreció a diputados y senadores para defender sus intereses en el Parlamento.
La situación referida por la prensa y que afectó a determinados parlamentarios, está originando más desconfianza de la ciudadanía hacia ellos, que tienen muy buenos sueldos.
Así se fomenta una mayor abstención electoral. Es imperioso imponer un saneamiento en el desempeño de la política partidista, con más probidad, transparencia, austeridad en el gasto electoral, reducción de los mandatos parlamentarios, además del término del inconveniente aporte empresarial para financiar campañas electorales de los congresistas.
Mario Zolezzi Velásquez