Compensaciones a pasajeros de avión
La Cámara de Diputados aprobó en su trámite final el proyecto de ley que obliga a las líneas aéreas a compensar a los pasajeros que no puedan tomar su vuelo debido a la sobreventa de pasajes o por otros motivos de responsabilidad de la empresa. Además de la obligación de embarcarlo en un vuelo siguiente, la aerolínea deberá ofrecerle compensaciones monetarias cuyo monto depende de la longitud del viaje. Mientras espera el próximo vuelo, deberá brindarle servicios tales como refrigerios y comunicaciones, y en algunos casos tendrá que ofrecerle alojamiento y los medios para desplazarse desde el aeropuerto al estacionamiento, y viceversa.
Las aerolíneas, que originalmente se oponían a esta medida, han advertido que podrían subir sus costos. Señalan que en promedio un 10% de los pasajeros no se embarca, y si no sobrevendieran pasajes, algunos aviones viajarían sin su capacidad completa, lo que eleva el costo por pasajero y, en consecuencia, los precios.
Hay motivos para pensar que el alza debería ser pequeña. Primero, porque el mercado aéreo no es perfectamente competitivo. Lo es solo en esos mercados en que un alza de costos se transmite íntegramente a los consumidores. En el mercado aéreo chileno, las aerolíneas absorberán parte del mayor costo, por lo que el impacto para los usuarios será menor.
Un segundo factor es que las aerolíneas seguirán sobrevendiendo, porque en promedio hay pasajeros que no se embarcan. Luego de esta ley, la aerolínea cambiará sus cálculos para definir cuánto sobrevender: no solo considerará el riesgo de un vuelo con asientos vacíos, sino también el riesgo de sobreventa. Antes de esta regulación, la aerolínea traspasaba todo el riesgo de sobreventa a los pasajeros (mientras no afectara en demasía su reputación por calidad de servicio), pero ahora es probable que transfiera solo una parte de ese riesgo.
No hay razones para pensar que hacer recaer todo el costo y riesgo de sobreventa en los pasajeros sea una buena solución desde el punto de vista del bienestar social, por lo que esta nueva legislación viene a corregir esa situación y es un aporte.
Aunque hay otras alternativas para el mismo resultado -como rematar beneficios entre los pasajeros que se presentaron hasta que un número suficiente de ellos prefiera no viajar en ese vuelo-, el proyecto establece un conjunto de medidas razonables para enfrentar esta práctica. Ello ha sido reconocido incluso por las aerolíneas.