Preparación de las carreteras
A fines del año pasado, tres cortes en la Ruta 5 entre las ciudades de Caldera y Chañaral, hacían recordar los daños dejados por las últimas lluvias en la región de Atacama en 2011. En aquella oportunidad, el temporal se encargó de agravar o terminar de dañar aquello que resistió los temporales más fuertes de los últimos años, a fines de los '90. Todo eso hasta ahora, cuando la naturaleza se hizo presente nuevamente con toda su fuerza para revelar uno de los principales problemas que ha evidenciado nuestro país.
La conectividad vial en el norte es vulnerable, claramente, a la acción de la naturaleza. No se puede dejar, eso sí, de establecer los contextos adecuados para los hechos que en estos momentos están golpeando al norte de nuestro país, particularmente a la región de Atacama, justamente una de las que ha presentado los principales problemas ante emergencias de este tipo.
Lo cierto es que nuevamente Chile se encuentra cortado en distintos puntos de la Segunda y la Tercera región, debido a los efectos de aludes y crecidas de ríos. Se trata precisamente de zonas donde la red vial es más antigua y como tal, fue construida sin anticiparse a eventos tan extraños como los que ha debido enfrentar nuestro territorio en estos días. Mientras ya se comienza a proyectar la construcción de una vía concesionada que una a Caldera y Antofagasta, como también se piensa en el tramo Antofagasta-Iquique, el norte sigue requiriendo una conectividad moderna y planificada, capaz de enfrentar emergencias incluso menores, como las que antes también la terminaron afectando.
Hasta ayer se contabilizaban cortes o interrupciones en 48 puntos de las carreteras y camiones ubicados entre Arica y La Serena.
La planificación y anticipación se hacen hoy indispensables, más cuando la naturaleza se está manifestando, no sólo en el norte y con las lluvias, sino que con distintos eventos en diferentes puntos del país. La reducción de los riesgos derivados de los efectos de desastres naturales es un aspecto que no se puede descuidar, como también hoy, el tratar de aminorar y anticipar los problemas que se pueden generar especialmente en un norte al que las lluvias lo están sorprendiendo más y con más frecuencia de lo esperado.