Ciudad de automovilistas
Cortes de calles, vehículos levantando el viejo asfalto, hombres y mujeres con cascos y overol de color naranja, trabajan en la actual transformación urbana de Iquique. Esta vez se trata del ensanchamiento de las calles y de la notable mejora del pavimento. Lo anterior ha provocado una alteración de la vida cotidiana de ciertos barrios. En los habitantes de la calle Bulnes ha generado protesta. En el fondo, estas transformaciones de las calles responden al incremento del parque automotriz. La ciudad se re-acomoda para facilitar la vida de los automovilistas y de los ciclistas que parecen ir en aumento. ¿Habrán ciclovías?
El viejo paisaje iquiqueño que constaba con la vereda y luego una franja de tierra y enseguida la calle, desaparece. Esa franja, usada como jardín, campo de fútbol, y ahora como estacionamiento, deja de existir. La ciudad se piensa en función de quienes poseen automóviles y no en el peatón. Alguien argumentará que eso pasa en todas las ciudades y que es el precio que hay pagar por el progreso. Pero es una solución parche. Al ritmo del crecimiento de la población, vía migraciones, el parque automotriz seguirá aumentando. Y en un par de años más, la ciudad se verá de nuevo colapsada.
Esa franja de tierra, terreno de transición entre la calle y la vereda, fue fundamental, en la formación de nuestra identidad como iquiqueños que hacíamos de la calle, un lugar de convivencia. El juego de la rayuela, las bolitas, el quechi y otros tantos además de las subidas a los palo postes, se realizaban en ese territorio en que las viejas, mi madre incluida, regaban para endurecer.
En el fondo está el alegato de cómo construimos una ciudad amable que se reconozca en aspectos como el que estamos perdiendo. No se trata de volver a instalar los coches Victoria, sino que cada autoridad cumpla con su cometido. Los autos abandonados, por ejemplo, son la mejor muestra de lo mal que estamos, en cuanto a imagen ciudad. Al ritmo que vamos, ya no seremos como escribió el Pato Advis un puerto de madera, sino de concreto y de vidrios. La planificación urbana, no está en nuestro diccionario.