Diferentes realidades para una misma devoción
En el mes de julio las ciudades del Norte Grande se visten de gala para celebrar a la patrona y madre de Chile, la Virgen del Carmen. En Iquique, sucede con más fuerza, pues en el pueblo de La Tirana se encuentra el principal templo dedicado a la Chinita, como le dicen sus fieles.
Más de 200 bailes religiosos se reúnen por diez días para cumplir sus mandas junto a sus familias y compañeros de danza, pero la realidad de cada uno de ellos es completamente diferente, ya que esfuerzo, compromiso, tradición y fe, tienen diversos ribetes.
baile chino
El baile religioso Chinos del Carmen fue fundado en el año 1868. Esta cofradía compuesta solo por hombres tiene en sus filas a 80 bailarines. Su caporal Daniel Mancilla, cuenta que "dentro del baile tenemos a personas que son de Santiago, Calama, La Serena, Arica e Iquique, si sumamos a los socios somos 120".
Con más de cien años de tradición resulta difícil resumir todo lo que han pasado, comenta su caporal. "El baile nació cuando estas tierras aun eran peruana y un grupo de hombres de Andacollo llegaron hasta acá por las salitreras, así se formó el baile Chino. Podemos decir que somos hijos de Andacollo".
Explica que la vestimenta es similar a la de un minero, "es de un color café Carmelo, es como el color que ocupa la Virgen. No tiene adornos, solo tiene flores bordadas en color blanco. Nunca ha cambiado el traje", dijo Mancilla, quien agregó que con el pasar de los años, uno de sus presidentes Héctor Arredondo creó un nuevo diseño de un traje de gala, con el fin de no usar siempre el mismo.
El baile acompaña a la Virgen dentro del templo, antes de la celebración de su víspera y el día 16 de julio, para la procesión. "Uno de los momentos más especiales se vive cuando se realiza la misa de los bailarines. Ahí el baile se reúne en la cripta del templo por una hora para orar y meditar por diferentes intenciones de los bailarines, los socios o de otras personas", explicó el líder de este baile religioso.
Previo a la fiesta de julio, esta cofradía se prepara con ensayos tres veces a la semana. "Desde el mes de mayo que empezamos a ensayar martes, jueves y domingos", dijo Mancilla.
En cuanto al financiamiento, el encargado explica que no es tan complejo como otras organizaciones, al no trabajar con banda, lo cual abarata el valor de las cuotas de sus asociados. "Los bailarines y socios cancelan 2 mil pesos, que básicamente utilizamos para la mantención de nuestras sedes en Iquique y La Tirana, allá hay una persona que la cuida todo el año".
gitanos
En el caso de la danza promesante, Gitanos Nuestra Señora del Rosario, se fundó en 1965 y pertenece la Asociación Sur del Carmen.
A diferencia del resto de los bailes, está compuesto por un par de familias unidas en torno a la fe y su fundadora es la bisabuela de Maritza Antezana, quien hoy es la presidenta de esta sociedad religiosa.
"Somos poquitos, alrededor de 26 personas, entre los bailarines y los socios", explicó.
Ellos comenzaron sus ensayos en el mes de marzo, los cuales se extenderán hasta fines de junio. "Nuestros ensayos los empezamos con una eucaristía y con eso damos inicio al año de trabajo. Somos pocos así que nos organizamos rápido y de manera fácil", dijo Antezana.
La presidenta cuenta que las cuotas que bailarines y socios pagan son pequeñas, "pues tratamos de hacer diferentes actividades recreativas al año hacemos dos rifas y un karaoke donde vendemos cosas para comer, con eso costeamos las vestimentas de nuestra Virgen y el pago de la banda".
Conseguir los recursos no es tarea fácil para ellos. "Nos hemos dado cuenta que mientras menos socios y bailarines somos, más nos cuesta conseguir el dinero para funcionar, algo que no le pasa a los bailes grandes", explicó.
A diferencia de otras agrupaciones, esta sociedad religiosa siente que contar con trompetas y tubas dentro de su banda es un lujo. Por lo tanto, "nosotros tratamos contar con bronces para fechas importantes; como el inicio de los ensayos, nuestro aniversario, para el día de la madre. También tratamos de contar con ellos para la fiesta, porque como hay tantos bailes en la plaza, a los niños les cuesta mucho concentrarse", contó la presidenta.
Destacó que algo primordial dentro del baile es la formación pastoral. "Siempre tratamos que venga a nuestra sede un sacerdote o diácono de la pastoral de bailes para que nos explique temas religiosos, tradiciones de la fiesta, en definitiva que el bailar no sea por bailar", profundizó Maritza.
Dentro de sus filas tienen a una socia muy especial, "mi abuela siempre ha bailado como diabla suelta. Hace pocos años se hizo oficial y es la única que baila como figurín", dijo Antezana. En septiembre celebrarán 50 años de vida.
diablada Corría 1995 y se fundó la Diablada Siervos de Jesús y María, que en los próximos días celebrarán 20 años desde la firma del decreto que les dio su nombre, después de una división de la Diablada Siervos de María.
Con más de 150 socios y bailarines, esta sociedad religiosa fue una de las primeras en tener a una mujer caporal, cargo que desempeña Hilda González, quien sigue en las filas de la diablada.
El trabajo dentro del baile comienza en agosto. "Nuestro año comienza con la evaluación de La Tirana y la presentación de los bailarines nuevos. Ya en octubre ellos empiezan con los ensayos, si el caporal lo estima convoca a todo el baile para ello".
A diferencia de otros bailes, ensayan todos los domingos con la banda que tienen contratada y los días lunes y miércoles lo hacen con música envasada.
La ex caporal, cuenta que "los bailes grandes como nosotros, tenemos por lo menos 15 ensayos con la banda. Desde marzo todo el baile es convocado por los caporales para aprenderse las mudanzas, que son los saltos y pasos de cada baile que realizan.
En cuanto a los costos que involucra pertenecer a una diablada, González contó que "cada bailarín paga una cuota de un poco más de 10 mil pesos mensuales, más tres rifas durante el año".
Lo más costoso son la banda, que se financia con las cuotas de los socios y los bailarines.
"Los trajes los debe costear cada bailarín, esos son de libre elección, solo deben cumplir con las reglas que la Federación de Bailes estipula. También tenemos trajes que son uniformes, que son el de entrada y gala, esos deben ser todos iguales para diablos y bolivianas", explica González.
Cada traje puede bordear los 150 mil pesos, pues se debe considerar el costo de la máscara, la capa y las botas en los hombres. En el caso de las mujeres también deben contar con capa, chales, botas y falsos. J