Gobierno: formas y fondo
Lo observado en la entrevista que la Presidenta Michelle Bachelet dio la noche del miércoles a Mario Kreutzberger debe estar entre las imágenes más singulares del último tiempo. Mas, para entenderlas mejor, hay que irse hacia atrás en el tiempo, apenas algunas horas.
Durante esa mañana fueron conocidos los resultados de la encuesta Adimark, que en lo grueso daban cuenta del profundo daño que el gobierno y la Presidenta Michelle Bachelet, tienen. El Ejecutivo registró un 26% de aprobación, cinco puntos menos del 31% de apoyo que registra la Mandataria, mientras la desaprobación alcanza al 70% y al 64%, respectivamente.
Al explicar los resultados, Roberto Méndez, presidente de Adimark citó que el cambio de gabinete "no puede esperar más". Según el experto, este bajo nivel es similar el que enfrentó el ex Presidente Sebastián Piñera en agosto de 2011, cuando la agenda de opinión pública estaba marcada por las intensas movilizaciones encabezadas por los estudiantes y otros movimientos sociales. Salvo que ahora no hay gente marchando en las calles.
A este contexto, se sumaba que a continuación (ayer) se entregarían los resultados de la encuesta CEP, que resultaron igual de demoledores.
Así se llega al programa de TV, donde Michelle Bachelet entrega el sorprendente mensaje: poco antes había solicitado la renuncia de todo su gabinete. Otras fuentes agregan que lo mismo se hizo con subsecretarios e intendentes.
Al respecto, la Mandataria dijo que los cambios habían sido pospuestos por los distintos desastres naturales enfrentados; sin embargo, confió que la decisión en detalle no estaba definida y para ello se tomaría 72 horas. ¿Es aquella una buena señal? ¿Tiene tan poco margen de maniobra la Presidenta? ¿Es adecuado, considerando la dignidad de los cargos aludidos, emitir tal mensaje para todo el país en un programa de televisión? ¿Seguirá el ministro del Interior?
Chile, el gobierno y la Jefa de Estado tienen un problema de credibilidad, eso es lo de fondo y lo relevante. En tal sentido, lo observado la noche del miércoles parece más espectáculo y no lo que requiere hacer un gobierno que puede mostrar mucho más.