Condenan a banda por tráfico de droga y homicidio
Una agrupación ilícita internacional, integrada por dos colombianos, dos bolivianos y tres chilenos, fue condenada como autora del delito de tráfico de drogas, mientras que uno de sus integrantes fue hallado culpable por homicidio simple, tras asesinar a uno de sus integrantes.
El pasado 4 de febrero de 2014, un alevoso crimen conmocionó a la comunidad de Alto Hospicio, cuando en un sitio eriazo apareció el cuerpo de un hombre con dos balazos en la cabeza.
La investigación quedó a cargo de la Brigada de Homicidios de la PDI, que estableció que la víctima fatal era el ciudadano argentino Héctor Garró Pérez, de 63 años.
Las indagaciones de la policía permitieron establecer que la muerte de Garró estaba ligada al tráfico de drogas, ya que la víctima fatal, junto a un grupo de ocho personas, era investigado desde el mes de septiembre de 2013 por la Brigada Antinarcóticos Metropolitana de la PDI, que se encontraba a pasos de la detención de este grupo.
Según estableció la investigación, un par de días antes, Garró había ingresado al país con un cargamento de 32 kilos de marihuana prensada, que era financiada por estas ocho personas que tenían la misión de transportarla y llevarla a la zona central para su posterior comercialización.
La investigación a cargo del fiscal Guillermo Arriaza, dio cuenta que Garró tenía una deuda con tres integrantes del grupo, por lo que se reunieron con él para arreglar la situación, pero al no obtener su dinero, los traficantes lo trasladaron hasta un mirador en Alto Hospicio, donde lo ejecutaron con dos disparos en la cabeza, para luego abandonarlo.
La investigación liderada por la PDI, aclaró que antes de fallecer, el argentino había enviado 14 kilos de la droga a tres chilenos en la capital y le quedaban otros 18, que fueron robados por el trío durante su muerte, quienes huyeron con la droga a Iquique.
Se trata del colombiano Andrés Velasco, quien fue condenado como autor de homicidio simple. Mientras que el boliviano Duberty Yorenty y el chileno Cristian Zapata, fueron condenados como encubridores del crimen, ya que acompañaban a Velasco.
Una octava involucrada, quedó ayer en libertad al no reunirse los antecedentes necesarios para establecer su participación en la banda.
Cuatro días después iniciaron el viaje a la zona central del país para vender la sustancia ilícita en el sector sur poniente de Santiago y la Región de Valparaíso.
Según explicó el fiscal Arriaza, ese día la agrupación se dividió y cuatro de ellos se fueron en bus, los que iban avisando telefónica si había o no controles policiales en la ruta al resto de la banda que viajaba más atrás con la droga. No contaban con que eran seguidos por la policía civil y fueron interceptados en el peaje de la Ruta B-1 de Antofagasta, donde fueron arrestados, entre ellos el autor de los disparos.
El resto de los condenados fueron detenidos en Santiago, los tres chilenos que recibieron el cargamento que el trasandino les envió antes de morir. J