La trampa del optimo individual
A mediados del siglo pasado, el Nobel de economía John F. Nash, formuló su premiado principio del equilibrio sistémico, afirmando que "Si hay un conjunto de estrategias con la propiedad de que ningún jugador puede beneficiarse cambiando su estrategia, mientras que los otros jugadores no alteren la suya, entonces ese conjunto de estrategias y sus beneficios correspondientes constituyen un equilibrio". Este es el óptimo grupal.
El principio de Nash cobra hoy una relevancia fundamental y quiero ser reiterativo en tratar de instalar su práctica, ya que nuestro entorno social se ha convertido en un campo de batalla en el que los intereses de diversos grupos u organizaciones no son capaces de visualizar un equilibrio para la sociedad como un todo, sino que tercamente insisten en alcanzar únicamente su óptimo como subgrupo. Tarapacá se está transformando en el mas claro ejemplo de la trampa del óptimo individual. Las ilustraciones sobran, observemos los conflictos entre los usuarios de Zofri y la administración del sistema franco; entre los trabajadores portuarios y la empresa concesionaria; entre los movimientos sociales y el Gobierno Regional; entre los alumnos universitarios y las administraciones de dichos planteles; entre los profesores y el Gobierno nacional. En todos y cada uno de estos casos se ha llegado a paralizaciones o bloqueos al servicio, en el intento de alcanzar un equilibrio de fuerzas y paradójicamente, una mejor situación que la que teníamos. El resultado es evidente, nuestra región se ha vuelto menos atractiva, tanto del punto de vista social, como del empresarial. La Zona Franca y el Puerto reducen su competitividad, el Gobierno Regional se encuentra menos empoderado, los planteles universitarios ven complicada su función educadora, y los colegios enfrentan la incertidumbre respecto de si el mecanismo de la paralización, realmente les ayuda a resolver, su ya preocupante desempeño educacional.
El panorama es poco alentador, pues en la medida que no entendamos que solamente cediendo y generando una solución colectiva, que equilibre elementos de todas las visiones y no solamente las propias, seguiremos alejándonos del óptimo global y junto con ello, perderemos todos.