Entre semáforos y arreglos
Cada vez es más difícil llegar al centro de Iquique. Entre los arreglos en las calles, que tienen cortados varios tramos y los semáforos sin sincronizar, muchos llegan atrasados. A levantarse más temprano.
Cada vez es más difícil llegar al centro de Iquique. Entre los arreglos en las calles, que tienen cortados varios tramos y los semáforos sin sincronizar, muchos llegan atrasados. A levantarse más temprano.
El diario el Tarapacá, edición, 1 de junio de 1897, informó que Juan Luis Oddó Osorio, fotógrafo, nacido en 1865 en Valparaíso, realizó una exhibición de imágenes en movimiento en el Salón de la Filarmónica de Iquique. Oddó tenía un modelo Demeny de 15 mm. Adquirió varias películas (algunas de los hermanos Lumiére, como "La Bailarina de Serpentina"), montó una serie de exhibiciones las que comenzaron en Iquique. Proyectó tres tandas de películas de un total de treinta. Entre las que se encontraban cuatro cortometrajes de su autoría titulados:" Una cueca en Cavancha", "Bomba Tarapacá No 72", "Grupo de ganadores en el partido de Football entre caballeros de Iquique y de la pampa " y "Llegada de un tren de pasajeros del interior a Iquique". Oddó tenía una máquina que era proyector y filmador. La primera exhibición fue el 15 de mayo de 1897. Se supone que tuvieron una duración de media hora. Oddó era un destacado fotógrafo que aprendió la compleja técnica de filmar películas, que en esa época era mudas y en blanco y negro. El periódico, en la edición indicada, señaló: "El fotógrafo señor Oddó, después de pacientes estudios, y no pocos gastos, ha descifrado el problema y los habitantes de Iquique tendremos el placer de ver por primera vez escenas animadas de temas locales". Oddó había adquirido acciones del yacimiento de Santa Rosa en 1891 y se asoció con el empresario Antonio Hameau, por eso pudo adquirir el local fotográfico del pintor y fotógrafo Luis Boudadt ubicado en la calle Serrano No 32. Oddó era propietario de "Oddó y Cía.", empresa dedicada a realizar retratos personales y grupales. Efectúa también encargos para registrar faenas de salitreras para la Compañía del Ferrocarril de Agua Santa, como también fotografías a pedido de la Municipalidad de Iquique para celebrar, en 1892, los 400 años del descubrimiento de América. Su casa fotográfica era una de las mejores de Iquique. Oddó reprodujo los movimientos de la naturaleza, el movimiento de las máquinas, la vida cotidiana de hombres y mujeres donde se extraía el salitre. Oddó con sus cortometrajes contribuyó al desarrollo del cine chileno.
Aunque nadie le cree en el consejo regional, en la sesión de ayer volvió el pronóstico de la salida del intendente. Al parecer la brújula no anda muy bien, ya que en los últimos días la agenda de Mitchel Cartes está cada vez más recargada.
La notoria baja de votantes tras la aprobación del voto voluntario llevó a un grupo de senadores a respaldar un proyecto de ley que pretende restablecer la obligatoriedad del sufragio. Ello bajo el fundamento de educar a la civilidad sobre derechos y deberes, junto con legitimizar las decisiones electorales, las que hoy son cuestionadas por su pobre apoyo en las urnas.
Cuando se instaló la inscripción automática y el voto voluntario, una gran parte de los legisladores asintió a la iniciativa amparándose en contar con una sociedad madura y empoderada. Esto aseguraba la intención mayoritaria de ser partícipes en las determinaciones que afectan el desarrollo del país.
Lo que no esperaban, es que un alto número de ciudadanos, especialmente jóvenes, estuvieran decepcionados de los políticos y rechazaban las elecciones porque lo veían como una forma de legitimar una actividad que para ellos dejaba mucho que desear.
Esta mirada que intentó ser modificada con la antigua premisa del necesario involucramiento en las decisiones que afectan al país no tuvo éxito y las últimas elecciones mostraron hasta un 60% de abstención.
Por ello senadores como Francisco Chahuán (RN) han reconocido públicamente que el voto voluntario fue un error, que se debe asumir la equivocación y restablecerse la obligatoriedad.
No obstante, han surgido voces que creen que la crisis de confianza que está viviendo el país habría gatillado retomar la idea de volver al voto obligatorio. En pocas palabras hay un temor fundado que la próxima elección tenga una histórica abstención, por lo tanto se requiere con urgencia reinstaurar la antigua fórmula.
Claramente el voto voluntario no ha funcionado, pero volver atrás no sería lógico para un país que se jacta de tener una democracia sólida.
Más recomendable es que a la voluntariedad del sufragio se le agregue algún incentivo que promueva la participación y que se busquen herramientas que permitan educar a las nuevas generaciones sobre la trascendencia de la opinión cívica.
Demás está decir que a ello deben sumarse muestras de transparencia de la clase política.