El voto en Alto Hospicio, es reciente, se hace desde el 2004, es contemporáneo a la formación oficial de la comuna, así desde esa fecha a la actualidad el actual alcalde se ha impuesto en las votaciones, más en esa época sólo lo hace con 35.7% frente a un 35% de María Inés Machiavello, fue una elección reñida y que demuestra el factor Soria en la localidad y que midió fuerzas, para lo cual, se debe considerar que el capital político de este último sector, es comparable a los llamados cacicazgos.

Sin embargo, es interesante notar la evolución del fenómeno político de Alto Hospicio, dado que la localidad emerge a la fuerza con erradicaciones (1987) y tomas de terreno (1989) a fines de la dictadura militar del general Pinochet y surge como comuna en los gobiernos de la Concertación y son éstos, principalmente los de Eduardo Frei-Ruiz Tagle y Ricardo Lagos Escobar los que entregan una estructura urbana a la localidad, pero a pesar de los esfuerzo del gobierno regional de la época que se suma en la creación del Plan Integral, el empeño no sirve, dado que electoralmente es la derecha-Alianza por Chile, la que tiene el poder de lo importante, como señala Gabriel Salazar (1998) y este es el poder local.

Hacia el 2009 en las elecciones presidenciales, la votación de inclina por la derecha con un 44% y la Concertación sólo tiene un 17%, un factor explicativo es Marco Enríquez Ominami con un 33.12%.

Por tanto, se establece que el factor local en donde el poder llega a la comunidad, es importantísimo, porque permite proyecciones y enseña el terreno con el problema cotidiano, basta señalar que un diputado y un senador tienen la representación ante el poder nacional, pero el alcalde y concejales, tiene el poder y sus flujos en la calle, en la junta vecinal, la seguridad, consultorios, colegios, en la vida diaria de cada poblador, en relación directa con organismos sociales que son justamente los que llegan y se sienten en los hogares por ello en Europa y EEUU, el poder local no es menor.