La ministra de Educación aspira a conseguir a la brevedad la aprobación parlamentaria en general del proyecto de ley de carrera docente para dar inicio al proceso de discusión de una serie de indicaciones que han sido acordadas en la mesa tripartita con el Colegio de Profesores. Pese a que algunos sectores del gremio insisten en el retiro del proyecto, se han logrado puntos de acuerdo, lo que podría llevar -según dirigentes docentes- a suspender, aunque no deponer, un paro que ya ha perdido adhesión.

Para la etapa de redacción del proyecto que se inicia, la autoridad ha nombrado tres asesores de reconocida trayectoria en temas académicos y educativos, esperando superar el entrampamiento que se ha generado por la discusión de uno de los proyectos más relevantes de la reforma educacional, por la incidencia que tiene el profesor en la calidad de la educación.

Uno de los aspectos más críticos han sido las evaluaciones. La autoridad contempla reemplazar el concepto de certificación por un "sistema de reconocimiento de desarrollo profesional" que considera, además de aspectos disciplinarios y pedagógicos, el trabajo colaborativo y social del docente.

Un informe de la OCDE al respecto confirma la importancia de dar relevancia al llamado "portafolio del profesor", que se refiere a la evaluación a partir de la evidencia directa del trabajo en el aula, que es donde se produce el real impacto en el proceso educativo.

Después de alrededor de 20 indicaciones prometidas por el Ejecutivo, preocupa que puedan debilitarse los objetivos iniciales del proyecto, como contar con programas de pedagogía selectivos, de alto nivel académico, cuyos egresados se mantengan dentro de la carrera docente, lo que implica un esfuerzo no solo al inicio, sino a lo largo de su desarrollo profesional, para evitar la deserción actual. Asimismo, se mantiene el desafío de establecer incentivos para profesores que enseñen en sectores vulnerables.

La decisión del Gobierno de mantener el proyecto no debe implicar, despilfarrar una iniciativa construida con el aporte de muchos actores ligados al ámbito de la educación y que contiene importantes elementos para sentar las bases de una política docente basada en la excelencia profesional.

La teoría de la evolución de las especies postula entre otras variantes que la adaptación de los seres vivos (incluidos los seres humanos), está determinada por las condiciones naturales que posee el medio ambiente en el cual habitan.

En base a esta teoría, pocas personas lo saben, pero Charles Darwin -uno de los científicos más renombrados a nivel mundial en la postulación de esta teoría- realizó algunas de sus observaciones en base a sus viajes por nuestro país, inclusive por Iquique.

Darwin llegó a Iquique el día 12 de Julio de 1835 y describe a nuestra ciudad como un pequeño pueblo de aproximadamente mil habitantes. En dicha época, Iquique dependía administrativamente de la provincia de Arequipa perteneciente al Perú.

Darwin continúa mencionando la precariedad en la cual viven sus habitantes, ya que señala que el agua debe ser traída desde Pisagua, además de los alimentos y la leña para la calefacción los cuales también deben ser importados.

Sus observaciones remarcan que el pueblo subsiste gracias a la explotación de nitrato como fertilizante, el cual es exportado directamente a Francia e Inglaterra.

Aquel día de Julio, Darwin se encontró con una fuerte disputa interna en Iquique, ya que tres carpinteros franceses habían osado hurtar vasos sagrados desde las dos iglesias que tenía la ciudad.

El conflicto culminó con la devolución por parte de los saqueadores de los vasos sustraídos sin aplicar pena alguno sobre ellos, debido principalmente a sus habilidades como obreros. Prosigue su relato, mencionando su asombro al observar decenas de esqueletos de mula en las cercanías de las minas de Huantajaya y Santa Rosa, animales presumiblemente muertos por inanición debido a sobreesfuerzos.

En lo referente a sus observaciones evolutivas, acota su interés en lo que hoy conocemos como Oasis de neblina, ya que describe una amplia y nutrida población de cactáceas, musgos y líquenes que subsisten en base a la camanchaca en el sector que hoy conocemos como quebrada de Huantajaya, ubicado geográficamente en las zonas altas de la Zona Franca de Iquique.

Ante estas descripciones sociales y naturales que describió Darwin hace 180 años atrás en nuestra ciudad, vale la pena preguntarse ¿Hemos cambiado algo a nivel social y en lo referente a la conservación de nuestros recursos naturales?