Si bien la festividad religiosa se concentra en el denominado templo actual que se ubica frente a la explanada del pueblo de La Tirana, en estas fechas, la ermita donde se inició la veneración a la Virgen del Carmen recibe a unos 500 fieles y peregrinos al día.
Así lo dio a conocer el sacerdote Vicente Croes quien, durante estos días, apoya en las celebraciones que se realizan en el templo antiguo donde se tiene programado el desarrollo de eucaristías.
Quienes llegan a este templo, edificado en barro y que mantiene sus características originales, son peregrinos de distintos lugares del país y la región, pero principalmente es visitado por los pobladores que habitan en las parcelas aledañas.
Iris Silva es una de las pobladoras que ayer participó de la misa celebrada en el referido templo el cual -según dijo- solía abrir sus puertas no solo para la festividad, sino cada domingo.
"Yo soy fundadora del pueblo de La Tirana. Antes se abría todos los domingos pero ahora solo para la fiesta, todos los parceleros que vivimos acá acostumbrábamos a venir porque es nuestra primera iglesia del pueblo", contó.
En medio del silencio, que diferencia al ambiente que se vive en el templo actual, en la ermita también se celebró una misa responso de un lugareño llamado Eduardo Godoy quien, pese a fallecer en Iquique, fue trasladado a La Tirana para dar el último adiós a su pueblo, según narró su hermano Juan Godoy.
"Falleció en Iquique pero como era de acá lo trajimos, después de la misa lo llevaremos nuevamente a Iquique", expresó Godoy.
Su antigüedad, historia y rústica edificación son -según comentaron los fieles- los encantos que siguen atrayendo a los peregrinos quienes después de saludar a la "Chinita" en el templo actual, caminan unos metros más, alejándose del sonido de las bandas de música, para poder llegar hasta esta reliquia de la iglesia.
"Este fue el primer templo y por eso siempre vengo, al igual que visito la iglesia actual", dijo Margarita Carvajal. J