Crece el consumo de droga
Según el informe 2014 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), se calcula que al año 2012 entre 162 y 324 millones de personas entre 15 y 64 años consumieron por lo menos una vez alguna droga ilícita, es decir, entre el 3,5 y el 7 por ciento de la población perteneciente a ese grupo etario.
El estudio detectó, además, que el uso problemático de estas sustancias -por consumidores habituales y personas que sufren trastornos de consumo o dependencia- se mantiene entre los 16 y los 39 millones de personas. De ellos, solo uno de cada seis ha tenido acceso a tratamiento de la drogodependencia.
A nivel local la situación también es preocupante, sobre todo luego de conocerse estudios que dan cuenta de un problema que parece incrementarse. Por ejemplo, el "Informe sobre el Uso de Drogas de las Américas de 2015" presentado por la Organización de Estados Americanos (OEA) calificó a Chile como el país con mayor consumo de marihuana entre los jóvenes de 13 y 17 años, mientras que el XI Estudio Nacional de Drogas en la Población General elaborado por Senda lo reafirmó revelando una prevalencia al alza en marihuana clorhidrato de cocaína y pasta base.
Si bien existen particularidades, la región de Tarapacá también es parte de esta tendencia. Más aún, el último estudio de Senda estableció que en dos años se triplicó el consumo de marihuana, mientras que las otras drogas lícitas e ilícitas también mostraron aumentos.
Otra de las características que se repite en las investigaciones indica que la percepción del riesgo que involucra el uso de estas sustancias va en descenso.
En ese sentido vale preguntarse si el trabajo preventivo ha sido el adecuado o si el mensaje de los organismos de gobierno relacionados con el tema ha tenido el efecto esperado.
Actualmente los legisladores discuten de forma bastante mediática sobre el autocultivo y el uso lícito de la marihuana, sin embargo, ante los estudios nacionales e internacionales es indispensable que además de aquel debate, se consideren campañas preventivas con mensajes efectivos y recursos para la rehabilitación de cientos de personas que aún pierden la batalla contra las adicciones.