Conducir a exceso de velocidad ha sido una de las principales causas por las cuales durante los fines de semana largo -especialmente- se registran varias muertes por accidentes de tránsito en las carreteras del país, de acuerdo con los informes de Carabineros.

Frente a esta realidad repetida tanto a nivel local como nacional, y con el objetivo de elevar las sanciones que contempla la actual Ley de Tránsito, que actualmente penaliza con prisión la conducción en estado de ebriedad causando lesiones graves o muerte, un grupo de parlamentarios busca homologar los criterios para quienes superen los límites permitidos.

Las penas de presidio rondarían en especial a aquellos choferes que como consecuencia de sobrepasar los límites de velocidad ocasionen lesiones graves o menos graves, mientras que si el resultado es la muerte de una persona, pueden llegar además a la suspensión perpetua para conducir vehículos.

Gran parte de los accidentes aparecen asociados al consumo de bebidas alcohólicas o drogas entre sus protagonistas, y a la velocidad. Existiendo víctimas entre los usuarios de las vías queda de manifiesto que hay que mejorar la educación, la prevención y el control en el otorgamiento de licencias para conducir vehículos motorizados.

A nivel nacional, según cifras de Carabineros, el mayor número de infracciones efectuadas el año 2013 se debió a exceso de velocidad (43.204).

El tema de las muertes por accidentes de tránsito es complejo, considerando el aumento del parque automotor, lo que se agudiza en regiones como Tarapacá. Para enfrentarlo, es importante endurecer la ley y ser severo respecto de que no todos deben tener derecho a la licencia de conducir.

Esta iniciativa legal podría considerar también otro tipo de sanciones, como por ejemplo, sería la obligación de volver a rendir exámenes para la obtención de licencias de conducir o la obligatoriedad de asistir a clases especiales para conductores que no respeten las normas del tránsito, las que podrían constituir castigos ejemplarizadores que permitan a la vez formar conductores respetuosos y correctos al volante.

Supongamos que somos nuevos en la vida comercial y queremos emprender un negocio en Chile, porque sabemos del prestigio de su estado de derecho y economía. Pero, ¿con qué nos encontramos?, con un panorama bastante extraño.

Primero, nos enfrentamos a una Reforma Tributaria que modifica un modelo que incluso fue visto como ejemplo por otros países en lo que se refiere a la promoción de las inversiones y el ahorro; Reforma que toma un sistema de tributación que es complicado y lo complica todavía más, donde se han generado setenta circulares del SII tratando de explicar y coordinar esta mayor recaudación de impuestos para financiar, a su vez, otra de las reformas -La Educacional- que aún no está totalmente diseñada, ni cuantificada.

Pero, de todas formas me quiero arriesgar en este país porque lo encuentro simpático, y aparece otra reforma: -La Laboral-. ¿Debo preocuparme si soy PYME?, sí, y mucho, ya que podrán efectuar una huelga (en chile el 46% de las huelgas son ilegales) y no voy a poder reemplazar a los trabajadores, por lo que la empresa puede verse afectada en su viabilidad, o incluso morir. Pero bueno, pensemos que llego a un acuerdo, y luego, ¿puedo extender los beneficios a los trabajadores que no estaban sindicalizados?, no, sólo si están afiliados.

Pero insisto, voy a emprender en Chile, total existe una estabilidad legislativa a toda prueba en el país. Pero momento. Leemos el diario y vemos que hay un cónclave político listo para llevar un proceso constituyente, ¿para qué? Para ver cómo hacemos una nueva Constitución, con un objetivo central que está por verse.

Bajo este punto de vista, la inversión y su facilitamiento se caen y lamentablemente, en todas estas y otras reformas, no se vislumbran incentivos a la creación de negocios, empresas, empleos, y en definitiva a más prosperidad y reactivación. Y frente a esto, ¿realmente sería recomendable seguir con mi emprendimiento? ¿Ustedes qué harían?