Lleva viajando un año por el norte de Chile con su violín, esta es la segunda vez que pasa por Iquique. Jonathan Rivera decidió viajar con su instrumento e instalarse en las esquinas de las principales avenidas, donde consigue buena recepción del transeúnte con sus propinas y también "pitutos" en matrimonios.
"Las personas valoran el trabajo que hacen los músicos en la calle. De aquí he conseguido pitutos para tocar en matrimonios y también he ganado alumnos para dar clases particulares", cuenta Rivera.
Congeló sus estudios de música en la Universidad de Chile en su tercer año por problemas de plata y pretende retomarlos el próximo año al ver que "en la calle te haces un buen sueldo, y por cómo voy creo que retomaré los estudios", sostiene que faltan cinco años para terminar con su carrera.
La idea de tocar en las calles la inició en Santiago, luego emprendió vuelo a La Serena y pasó por Coquimbo, y fue en Antofagasta donde su corazón lo ancló a la ciudad, "ahí encontré el amor y me instalé a vivir con ella. La conocí en Santiago dos años antes de partir la travesía, pero aquí comenzamos a convivir", cuenta el violinista.
Asentó cabeza por más de cinco meses en Antofagasta y comenzó a realizar clases particulares con personas que le solicitaban sus conocimientos sobre el violín, "es increíble, porque la calle te entrega todo. Cuando uno anda bien y hace las cosas bien, todo sale bien". Además ha logrado tocar en matrimonios donde los mismos transeúntes le han solicitado sus servicios.
Tiene diez alumnos en la vecina ciudad nortina y mientras está de viaje es su pareja que imparte las clases de violín, "ella también es artista. No me acompaña porque cuida a su hijo de 4 años".
Desde los 16 años que toca violín y se comenzó a profesionalizar en la universidad terminado su enseñanza media. Pero fue en la calle que se dio cuenta de las oportunidades que se abren cuando se dedica con esmero a lo que más le apasiona.
"Tocando en las veredas se me han dado más oportunidades. Tengo alumnos en las diferentes ciudades por las que he pasado. Entonces si no hubiera emprendido este viaje, probablemente tendría que estar trabajando en un supermercado sin ganar mucho", agrega Rivera.
Hoy parte rumbo a Tacna "a probar suerte" para continuar con su travesía musical para luego volver el 20 de agosto a Iquique que tiene agentado un matrimonio. J