Durante una amplia investigación que pretendía establecer nexos entre distintos homicidios ocurridos durante el 2014 y los primeros meses de este año, Carabineros detectó un plan que buscaba atentar contra el fiscal Patricio Llancamán.
La diligencia generó la implementación de una serie de medidas de seguridad personal para resguardar al persecutor penal y posteriormente su traslado.
Las indagaciones policiales permitieron establecer que el líder de una banda delictual que estaría vinculada a los asesinatos indagados por Llancamán se contactó con un individuo de nacionalidad colombiana, quien sería contratado para planificar y perpetrar el atentado.
Con los antecedentes recopilados a través de las interceptaciones telefónicas, se dispuso que el abogado permaneciera y se desplazara en compañía de un efectivo policial. Al mismo tiempo, se desarrollaron distintas diligencias en Iquique y en Alto Hospicio, principalmente allanamientos que permitieron incautar armas de grueso calibre.
Considerando la gravedad de la situación, la fiscalía regional dio cuenta de los hechos a la jefatura nacional del Ministerio Público y en completa reserva se materializó el traslado del abogado a otra región del país.
Consultado por La Estrella de Iquique, el fiscal Patricio Llancamán expresó que "preferiría no pronunciarme frente a este tema".
Mientras que el fiscal regional de Tarapacá, Manuel Guerra, confirmó el traslado del funcionario público y agregó que la decisión se adoptó por razones de seguridad, entre otros factores.
"Hay un traslado. Yo no me voy a referir al motivo concreto de su traslado, fue solicitado por él, pero sin lugar a dudas es un hecho delicado y que nos tiene permanentemente preocupados".
Investigaciones
En Iquique, Llancamán dirigió la investigación de causas relacionadas al contrabando de vehículos, entre ellas el caso que indagó a una organización criminal que operaba robando autos en territorio nacional para luego internarlos de forma ilegal en Bolivia.
En esa oportunidad y ante la complejidad del caso, el Ministerio Público le solicitó asistir con chaleco antibalas al juicio oral.
Otro caso
En la región el año 2007 se registró otro caso de similares características, cuando el entonces fiscal regional, Claudio Roe, mostró a la luz pública las amenazas que afectaban al entonces fiscal de Alto Hospicio, Raúl Arancibia.
En esa oportunidad, Roe explicó que un imputado por el delito de tráfico de drogas que permanecía privado de libertad en la cárcel de Alto Hospicio se había contactado con individuos en Santiago para que se trasladaran a la Primera Región y atentaran contra la vida del persecutor. J