Floristas: el oficio más antiguo para el amor
"¡Señora, vengo a exigirle que me diga en este mismo instante quién es el tipo que se atrevió a enviarle flores a mi esposa! ¿Cómo es posible que usted preste su cara y su negocio para estas sinvergüenzuras?. Me lo dice ahora o verá las consecuencias", le dijo uno de sus clientes a Bernardita Cholele, una florista que desde los cinco años hizo de este arte su oficio de vida.
Según narra la florista, su mamá le dejó como herencia este negocio que en un principio estaba en el cementerio número uno y que actualmente está en el Mercado Centenario. "Las flores son amor, es un arte que sirve para alegrar a las personas, para pedir disculpas y siempre son buenas en cualquier época del año", recuerda Bernardita.
Saber hacer los arreglos florales es una pasión que Bernardita percibe como un arte, pues entiende que en este tipo de oficio se trabaja con y para el amor.
TRADICIÓN
Si desde tiempos inmemorables el amor envuelve entre sus manos a los enamorados que regalan flores, están quienes también ayudan a que la estrategia se siga manteniendo en la actualidad, pues pese a lo que algunos creen, muchas personas ven en una rosa o en una cala un acto de amor.
"Hay gente que llega y me pide por favor que haga un arreglo bonito; entonces yo comienzo a ver qué flores tengo y las voy escogiendo con amor porque eso se nota cuando el ramo queda listo, mientras más bonito, más rápido se logra lo que se quiere", explica.
Ella siempre tiene las flores para toda ocasión, incluso para aquellas donde una mala pasada hace que el detalle de cada pétalo se olvide en un segundo.
"Una vez un cliente encargó un ramo especial al que yo le dediqué cariño para que quedara bien atractivo y además, me pidió que por favor lo llevara a la dirección porque quería saber la reacción de la elogiada", explicó.
Bernardita hizo lo encargado por su cliente; fue a la casa de la mujer y entregó las flores. "Además me fijé que la señora se puso muy contenta y hasta sus niños también sonrieron. Lo que no me esperé nunca fue que antes de llegar de vuelta al local ya estaba ahí el esposo de la joven muy alterado pidiéndome el nombre y la dirección de quién envió flores a su amada".
La escena fue de tormento para la florista quien veía cómo el esposo se enojaba y la señora lloraba.
"Yo les dije que lo mejor que podían hacer es irse juntitos a su casa porque lo más probable es que quien les hizo esa pesada broma esté por aquí cerca mirando cómo lo están pasando de mal", manifiesta.
Herencia
Alexis Tadeo Cholele dice que nació con las flores porque es una herencia que viene de familia.
"El oficio ha variado porque yo comencé sin experiencia, viendo cómo mi prima trabajaba, vendiendo las flores sin muchos arreglos y ahora hacemos diseños muy elaborados", refiere el florista.
Y es precisamente este oficio el que le brinda actualmente la posibilidad de estar en muchos lugares de la ciudad al mismo tiempo, mostrando que el detalle y la dedicación en cada arreglo hace la diferencia en la hora de entrega.
"Normalmente un arreglo grande lleva menos tiempo. Para las bodas son más grandes y en una hora puedo hacerlo. Esto se lleva más para el verano, pues todos se casan de enero a marzo", comenta y se ríe mientras elabora una ofrenda con la figura del reconocido personaje de videojuegos Mario Bros.
"Siempre los arreglos más pequeños llevan mucho tiempo, sobre todo los institucionales porque debemos crear colores que no hay naturalmente en las flores", dice.
En cuanto a la periodicidad de los regalos florales Alexis añade que lo que más se lleva en el año son las coronas y arreglos para duelos, mientras que los ramos para enamorados normalmente se venden más en las fechas especiales.
"La tradición se mantiene eso sí. Las personas siempre regalan flores porque si es por condolencia viene toda la familia y los amigos", relata el florista, quien agrega que "ya la gente no viene a comprar directamente a los locales porque lo hace a través de internet y sólo viene por el pedido", expone el florista.
"Como en todas las pegas uno tiene que querer el oficio. Si es así comienzas a investigar y a observar cómo se trabaja. Así comencé yo y acá estoy, siguiendo con la tradición familiar de las flores", concluye con orgullo. J