REALISMO CON CORDURA
Este año 2015 probablemente sea recordado como uno de los mas intensos del nuevo siglo en nuestro país. Es el efecto del vigoroso cúmulo de proyectos para cambiar diferentes ámbitos de nuestra vida; un nuevo sistema tributario, electoral, escolar, de educación superior, un nuevo sistema laboral, de salud, de pensiones y hasta una eventual nueva constitución.
Si solo consideramos este conjunto de proyectos, resulta muy difícil dimensionar la real interconexión y el efecto que provocarían todos estos cambios en nuestra vida cotidiana. Resulta evidente que la mayoría de los ciudadanos quiere mejoras en su situación actual, pero ninguno está dispuesto a retroceder y es esto precisamente lo que la opinión pública está castigando en sus líderes. Se ha generado tal nivel de incertidumbre con el cúmulo de cambios proyectados, que ya no es posible entender cual será el estado final de nuestra sociedad. La noción de inestabilidad sin certidumbre se ha vuelto una sensación cotidiana en nuestras vidas.
A lo anterior, debe sumarse una escenario mundial cada vez mas desfavorable para nuestro país, una menor demanda de China y un menor precio del cobre. La suma del entorno y nuestra situación interna, genera un escenario de alta preocupación.
Sin embargo, las últimas dos semanas nos han traído señales claras de que siempre el realismo necesita incorporar una necesaria cuota de cordura. Diferentes integrantes del Gobierno y del mundo político han comenzado a dar muestras de entender que el frenético ritmo de cambios que se habían planteado, ha creado una conciencia ciudadana que con fuerza está manifestando su rechazo. Ministros y Parlamentarios que hace un par de meses apoyaban las reformas incondicionalmente, ya han tenido la valentía y el coraje de reconocer que el camino de querer cambiar todo y de inmediato, resulta demasiado incierto y riesgoso.
Una brisa de optimismo comienza a soplar, un realismo con cordura es mas apropiado para lograr cambios, no renunciemos a la legítima aspiración de un desarrollo social armónico y sustentable.