La porfiada memoria
A 42 años del golpe de estado, las escenas cobran vida, cuando el espacio es revivido, la memoria es capaz de traspasar el tiempo del testigo y del protagonista, sufre mutaciones, incluso se transforma en mito.
La misma figura del expresidente Salvador Allende, es mítica, su muerte es discutida y se agrega el morir en La Moneda en llamas, todo un marco de la tragedia, que demuestra un hecho de epopeya que quiérase o no, limpia los errores y sitúa la figura de Allende en el sitial de los que mueren por su causa.
La figura de Allende viene a reemplazar con más fuerza el mito de Balmaceda, es más poderoso que éste, que al igual que Allende, sufre la deslealtad de las Fuerzas Armadas en una rebelión del estado, contra el estado, claro que el abstracto del estado, la forman los hombres. La diferencia entre ambos es que uno muere asilado y de su propia mano, el otro muere en su puesto y con la muerte en el debate mítico.
El mito de la muerte de Allende, se establece al iniciarse la falta a la verdad por el régimen de facto, se establece el silencio y la violencia del hecho histórico y la tragedia, crean el mito que se impone en el mundo y la resistencia del Presidente y algunos de sus seguidores se hace consecuente con sus palabras.
El rayado del memorial, señala un hecho que golpea la memoria y activa las versiones, revive las diferencias de los protagonistas y omite la racionalidad, si se habla de una guerra en 1973, se debe recordar que hasta en las guerras los prisioneros son respetados en su vida, el no hacerlo, es un crimen de guerra.
Mas, desde 1990, el rápido y tímido funeral de Allende recordó el miedo, como las ganas de olvido de los partidos de la Concertación y sus presidentes, se debe señalar que Frei Ruiz Tagle, nunca quiso recibir a los familiares de las agrupaciones de DD.HH. y Ricardo Lagos en el decreto 1040, extiende el silencio (secreto) de los torturadores en el comisión Valech, por tanto hasta el 2053, no se revelarán los nombres de los victimarios.
La paradoja es por tanto, si se habla de pactos de silencio, ¿Por qué en el 2003, se decretó el silencio desde el mismo Estado?