Rechazo a los lácteos
Si tiene náuseas, diarrea, dolor y distensión abdominal tras comer algún alimento que contenga leche u otros productos lácteos, puede que sea parte del 75% de la población mundial que padece de intolerancia a la lactosa.
"La lactosa es un disacárido que está presente exclusivamente en la leche de los mamíferos. Cuando es ingerida y llega al intestino delgado es absorbida por la enzima Lactasa Phlorizin Hidrolasa. Cuando no existe la cantidad suficiente de esta enzima, se origina la intolerancia a la lactosa", explica Joanna Rudman, nutricionista y académica de la Universidad San Sebastián.
La prevalencia de esta patología varía en relación a la edad, dieta y raza. Según precisa Rudman, en Chile, un estudio reciente demostró hipolactasia en un 56% de la población hispana (mestiza) y en el 88% de la población mapuche. Asimismo, según un análisis del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos, de un total de 326 niños entre 10 y 18 años, un 42,2 % presentó este problema.
Sus síntomas suelen presentarse entre 30 minutos y 2 horas luego de ingerir productos lácteos y generalmente causa náuseas, distensión abdominal, dolor, y/o flatulencia. "La lactosa necesita atraer agua a través de la membrana intestinal para alcanzar un equilibrio entre el medio interno y externo del intestino. Este mecanismo ocasiona la secreción de líquidos y electrolitos pudiendo provocar una diarrea", detalla.
El tratamiento apunta a reducir o eliminar la ingesta de lactosa, medida que puede ser total o parcial y que dependerá de cuál sea la respuesta del organismo de la persona que lo padece. J