En la confianza está el peligro
La construcción en altura en Iquique, en los últimos treinta años ha hecho proliferar los condominios y con ello la contratación de administradores que se encarguen de mantener en orden todos los requerimientos de una vida en comunidad.
Sin embargo esta tarea, en varios casos ha estado alejada de ese objetivo. Constantemente los juzgados de policía local están recibiendo denuncias debido a las supuestas irregularidades que tienen origen en las responsabilidades de estos administradores.
Los delitos que estos cometen, nacen principalmente de la desidia de los mismos residentes, quienes por la escasa organización no realizan auditorías frecuentes ni fiscalizaciones a quienes contratan, pero también por la confianza.
En este sentido, quienes se ven envueltos en este tipo de acusaciones no son delincuentes habituales, sino más bien que ven la oportunidad al manejar recursos que no tienen el debido control. Además en muchas ocasiones son recomendados por los mismos residentes, sin un proceso profesional de reclutamiento.
Las principales irregularidades son apreciadas con el alza en los costos de los gastos comunes, no reflejados en mejoras en las áreas comunes o seguridad de los conjuntos habitacionales, cuando no se hace el pago de las cotizaciones de los trabajadores o cuando no cuentan con el debido respaldo de obras que se ejecutan.
Las sumas que se defraudan pueden ir desde un millón de pesos a más de $100 millones cuando se trata de mayor número de residentes en el conjunto habitacional, en ocasiones estas irregularidades pueden ser peligrosas, cuando se dejan de hacer mantenciones en ascensores o en piscinas.
Existe la necesidad de generar las instancias para mantener un control más acertado de quienes se encargan de estas tareas en determinada residencia, lo que implica sobre todo exigir experiencia, recomendaciones anteriores y antecedentes financieros a quienes desempeñan esta labor, además de fiscalizaciones y auditorías constantes para poder reducir al mínimo los riesgos.