Apesar de lo conectada que está nuestra sociedad, muchas veces esta enorme apertura, sumada a una vida competitiva y vertiginosa, no permiten identificar lo que está pasando con nuestra salud mental. Puede que esto se manifieste de la forma más dolorosa con casos extremos, como los suicidios, el bullying o las agresiones asociadas a trastornos graves.

Lo cierto es que cada 10 de octubre, se conmemora en el mundo el Día de la Salud Mental, que busca visibilizar un tipo de enfermedades ocultas, muchas veces silenciosas, en varios casos difíciles de reconocer y que por lo general tienen tratamientos que demandan tiempo, dedicación, paciencia y recursos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que en muchos casos, la dignidad de estas personas no se respeta. Agrega que a menudo se encuentran encerradas en instituciones y muchas de ellas son sometidas a malos tratos. "La OMS promueve el respeto de la autonomía de estas personas y la mejora del apoyo que se les puede brindar", da a conocer.

Los programas de Salud Mental en el país han realizado distintas actividades para crear conciencia respecto a la salud mental y lo transversal que pueden ser estos problemas en la población. De hecho, en distintos puntos de Chile se reconoce que han aumentado los trastornos ansiosos y consultas relacionadas en la salud primaria.

Es por eso que es importante proteger a la comunidad frente a los problemas de salud mental que puede enfrentar. Protegerla y tratarla, porque a estas alturas no es cuestión simple hablar de estas enfermedades. Son cada vez más frecuentes y diversas.

El Estado debe dedicar más recursos a estos tratamientos y velar porque estos males no se traduzcan en indefensión y una vida indigna para quienes las padecen, y en costos prácticamente insostenibles.

Si se trata de una realidad ya reconocida, identificada, es tiempo de que como sociedad nos hagamos cargo de ella, porque la salud mental es la base para poder solucionar problemas como el abuso de alcohol y drogas, el bullying y la violencia intrafamiliar, entre otros

Mucho se habla por estos días de cifras macro económicas de presupuesto, y que la economía se contrajo, que China no crece como antes y que la libra de cobre está acercándose al precio de producción.

¿Que produce en la gente eso? ¿Cómo está el ánimo de Iquique? Como ciudadanos y trabajadores estamos preocupados de otras cosas, por lo que las cifras de la economía global suenan, pero no se aprecia lo que implica para la vida cotidiana.

Si bien es cierto pasamos por una etapa compleja, y propia de ciertos ciclos, encontrarse con opiniones pesimistas es habitual, por lo que urge como región y país modificar nuestra actitud, independiente de comodities, de reformas, y de corrupción.

Por eso es necesario instancias de positivismo, como la Expominera del Pacifico, lugar que si bien es un espacio para empresarios y mineros del cono sur, es también una forma de sacarnos esta venda de negativismo y ver aspectos saludables en lo comercial y en la minería.

La Expominera no es solo la exposición de maquinaria, servicios y regalitos, sino que además tiene diferentes instancias para sus participantes, como ruedas de negocios - B2B del Pacífico-, espacio de interacción entre las diferentes empresas para compartir necesidades, presentar nuevos servicios o tecnologías, venderse y comprar, cerrar tratos y continuar avanzando, en resumidas cuentas es la posibilidad de integrar mercados a la gran minería nacional e internacional, que a veces tanto cuesta llegar.

Señalamos hace algunos días que hay problemas para algunos proveedores nacionales, pero esto debe ser visto como una oportunidad para los proveedores regionales, que luego de años de experiencia, están en el momento clave de crecer y ofrecer directamente bienes y servicios de calidad y a precios convenientes.

La Expominera del Pacifico es una instancia necesaria para el desarrollo regional, es un momento para reflexionar sobre lo que estamos viviendo como región, idear estrategias y tirar para adelante este buque llamado Tarapacá, poner el hombro a las adversidades y trabajar tanto empresarios como gobierno, para recuperar la estabilidad económica y las cifras que tanto nos enorgullecieron en algún momento. A esto estamos todos invitados y de esto, todos somos responsables. Arriba Iquique!