¿Halloween o Jaloguin?
El concepto de Halloween es una elaboración lingüística, propia de la reconfiguración cristiana que se traducía en "All-Hallow-s-even" de la fiesta céltica de Samhaim , claro signo de la construcción de una tradición sincrética del nuevo escenario europeo, marcado por la impronta de la Iglesia cristiana en la época alto medieval. Por tanto, Halloween resulta de una extirpación de idolatrías paganas que son absorbidas por la hegemonía cristiana, realizada por los Papas Gregorio III y Gregorio IV, generando un paralelismo de acciones de tipo ritualístico que se mantienen hasta la actualidad. Se puede señalar la existencia de diversos Halloween que en el nacimiento de los estados nacionales a partir del siglo XVIII, se fundan en parte de las tradiciones que los crean, por lo que el fenómeno adquiere características de invención y reinvención: por lo que, se asiste a un fenómeno propio de la asimilación cultural, es decir se copia la cultura y se transfieren elementos. A modo de ejemplo existen el Halloween de Estados Unidos, México, Chile en Iquique y Alto Hospicio.
El por qué los iquiqueños y hospicianos celebran Halloween? se explica, primero por la multiculturalidad de la región, a saber ya habían ingleses y norteamericanos a fines del siglo XIX, instruidos por el Iquique English College. Además el norte, tiene desde la época andina y colonial, una tradición de fiesta y carnaval, por lo que se resignifica y calza en un escenario de disfraces ligados no sólo a la muerte, sino a distintos personajes, tal como ocurre en febrero.
Ahora bien, existe también el fenómeno del disfraz que ha aumenta su consumo y ello se acentúa en Halloween, porque esconde la diferencia social y física existente, la máscara oculta el cuerpo y la cara y ante ello, en una ciudad segmentada, el adulto, asume esa condición y hace cosas que sólo disfrazado puede hacer y así se explica, que existan fiestas sólo para Halloween.
Además, el dulce, que es la regalía de Halloween, no es extraño en la región, se debe recordar que hay una intención acumulativa, para el niño la riqueza es el dulce y eso lo hace competir en quien acumula más dulces, elemento característico de las sociedades capitalistas, como EEUU y en Iquique y Alto Hospicio, los niños hacen lo mismo, pero ya lo hacen de décadas antes, siguiendo los carros de los Viejos Pascueros de Navidad.