Tienda puso sillón para que madres amamanten
Ser mamá de dos pequeños de 2 y 3 años le dio a María Gracia Vila la idea de tener un espacio en pleno centro de Iquique para que otras mujeres puedan amamantar a sus bebés.
Es por ello que puso un cartel en su tienda que dice "Bienvenida mamá: puedes entrar a amamantar a tu bebé, gratis". Un respiro para muchas de las madres que deben salir a hacer trámites con sus hijos en edad de lactancia.
En el espacio, ubicado en la tienda Cunina, es posible ver un gran sillón que ofrece comodidad, sombra y la posibilidad de estar en un lugar con privacidad para hacer este acto que comunica íntimamente a las mamás con sus bebés.
"Junto a Carolina Amarales, trabajadora de la tienda, somos dos madres que hacemos hasta lo imposible por nuestros hijos y por aquellas mamás que a veces también necesitan de una mano", expresa Vila.
NECESIDAD
Con cierta confianza entre madres, la pregunta comenzó a hacérsele repetitiva a María Gracia cuando le decían: ¿Puedo sentarme un rato a amamantar al bebé o a descansar un poco?
" Nos dio mucha alegría después de poner el cartel cuando entró una mamita. Fue una sensación súper especial porque la mamá entró solamente a amamantar; no a comprar. Fue bonito", describe Vila, quien añadió que para ellas esta primera experiencia les indicó que el mensaje estaba llegando de la manera correcta.
RESPIRO
El peso en sus senos que una madre puede experimentar durante la lactancia hace que el sacrificio sea aún mayor, pues deben sumarle a esto el estrés de tener que esperar pues no en todos los lugares se sienten con la confianza para darle pecho a su hijo.
"Uno puede decir que esperará 30 minutos hasta llegar a casa, pero realmente puedes llegar a sentir dolor físico por el peso. Con este espacio y nuestro sillón las mamás se han sentido muy bien y nos han felicitado", manifiesta Vila.
Según describe también quienes pasan por la calle y ven el letrero les hacen señas con sus manos de que lo están haciendo bien. "Es algo que de verdad cae muy bien y para nosotros es importante porque con Carolina, lo que comenzó como una relación laboral, ahora es una amistad porque ella también es mamá de tres pequeños", dice María Gracia Vila.
CAMBIANDO
Un bolso para cambiarle la ropa a un bebé está equipado con todo lo que la mamá necesita: pañales desechables y de tela, ropa, baberos, biberones, leche, talco, cremas, toallitas desechables, aceite para bebé... pero, ¿dónde puede cambiarle la ropa?. Esto no viene incluido en las muchas medidas que una mamá tiene cuando sale con su bebé.
Es por esto que como madre María Gracia conoce de cerca la realidad de los lugares en donde puede, por ejemplo, mudarle la ropa a sus hijos y que a su parecer, escasean en la ciudad.
"Se aprecia mucho cuando un local tiene mudadores para bebés. Nosotros tenemos poco espacio y, además, el sillón es grande; pero lo vemos como un a necesidad porque hay muchas abuelitas que entran a sentarse porque llevan mucho rato caminando en el centro", revela Vila.
Estas abuelitas aprovechan la calidez del sillón para estar hasta 20 minutos esperando retomar las energías para seguir su recorrido por la ciudad. "Esto es algo humanitario que cualquier persona debería tener y además es un valor agregado para las empresas porque dan una buena imagen", explica Vila.
BEBÉS
Los que aún no pueden hablar claramente son los bebés porque para ellos estar alimentados y dormir parece ser lo que más aprecian, pero las mamás sí saben lo que sienten sus hijos porque nadie más que ellas perciben de cerca la tranquilidad de sus pequeños.
Así lo ve María Gracia, quien dice que los bebés también sufren el agotamiento físico de estar en la calle. "Cuando están en un lugar fresco se relajan; igual pasa que hay mamás que además del bebé, tienen a otro hijo más grande y para ellos también tenemos una mesita para que dibujen, se distraigan y descansen un rato", finaliza María Gracia. J