El vaivén de los whatsaperos
Cuando la señal era sacar de los cargos a los involucrados en el caso Whatsapp, las señales parecen estar un poco confusas. Si bien algunos salieron de los cargos, en algunas de las vacantes se contratan
a otros.
Cuando la señal era sacar de los cargos a los involucrados en el caso Whatsapp, las señales parecen estar un poco confusas. Si bien algunos salieron de los cargos, en algunas de las vacantes se contratan
a otros.
La desocupación en la región llegó al 7,3 por ciento en el último trimestre móvil (agosto-octubre) y significó un alza de 1,8 respecto al mismo periodo del año 2014.
El alza en la cantidad de personas sin una fuente laboral tendría origen en el aumento de la fuerza de trabajo, vale decir personas que están en capacidad para trabajar, según informó el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), indicador que creció un 7,9% respecto al año anterior por sobre el aumento de la ocupación, que solo llegó a un 5,8%.
Lo que arrojan estas cifras da cuenta de un panorama que se ha mantenido durante los últimos años y que ha afectado como nunca a la región, pese a que las cifras no pueden calificarse de ninguna forma como catastróficas.
Es así como la ocupación alcanzó un 60,5% y generó un peak de 164.900 personas trabajando, lo que ha sido destacado por el gobierno.
Asimismo hay sectores que han sido afectados más que otros, como la minería, que debido al precio del metal se ha visto en la obligación de ajustar sus costos y uno de ellos ha pasado por la reducción de personal, que en los últimos años había incrementado aprovechando la bonanza.
En este sentido, 2.900 personas que residen en la región han dejado de trabajar en esta industria durante el último año.
En este contexto se hace cada vez más necesario potenciar otros sectores de la economía, que permitan paliar este momento, ya que son precisamente los episodios complejos donde surgen las mejores innovaciones que han permito al ser humano salir airoso de los problemas que presentado a lo largo de la historia.
Además, es necesario que el Estado incentive la generación de empleos y la inversión, promoviendo industrias no solo basadas en la producción de materias primas, de modo de contribuir a una mayor estabilidad económica.
Si bien los expertos no visualizan una pronta recuperación, no se puede hablar de una crisis, pero sí se debe estar atento a como siga evolucionando el panorama económico en Chile y el mundo.
Cuando hablamos de inmigrantes en Tarapacá debemos asumir que somos sin dudarlo, la región en Chile con la mayor diversidad proporcional de habitantes provenientes desde fuera de nuestro país. Esta realidad obedece básicamente a tres corrientes migratorias en la historia de Iquique.
Entre los año 1880 y 1930 se produce la primera gran oleada de inmigrantes por efecto de la industria del salitre. En este período llegan principalmente ingleses, españoles, croatas, irlandeses, italianos y chinos. La segunda ola migratoria se genera entre los años 1980 al 2000, por efecto del auge de la Zona Franca. En este segundo período, llegan hindúes, coreanos, pakistanies, libaneses y nuevamente chinos.
Finalmente, la última oleada de inmigrantes se produce entre los años 2000 y 2015, en que peruanos, bolivianos, colombianos, ecuatorianos y venezolanos, llegan atraídos por el superciclo del cobre y la Industria Minera en el norte de Chile.
Por lo tanto, en los últimos 136 años, Tarapacá se conformó por la incorporación de más de 15 grupos de inmigrantes. Incluso es posible contar con representantes vivos de cada uno.
Cifras no oficiales, indican que si consideráramos como inmigrantes a todas las generaciones descendientes de los extranjeros originales, la proporción de habitantes venidos desde fuera, podría superar hoy el 30%, lo que equivale a que uno de cada tres Iquiqueños posee un origen, asociado a las migraciones en Tarapacá.
Pero esta condición de multiculturalidad, lejos de ser un problema o una amenaza, debe ser vista como la una gran oportunidad para el desarrollo de la Región. El factor de diversidad y heterogeneidad cultural, es el mejor punto de partida para poder crear una sociedad con tal proporción de diversidad humana, que solo se compara a los niveles de policulturalismo existentes en ciudades como Nueva York, Londres, París o Montreal.
Por lo tanto, si somos capaces de administrar la diversidad cultural y logramos crear una verdadera Tarapacá inclusiva, estaremos en un escenario en el que podremos avanzar hacia un desarrollo que integre aportes de diferentes miradas, lo cual podría traernos un gran avance y desarrollo social.