Promesas de servicio
El jueves pasado, la Patria fue testigo de la triste muerte en acto de servicio de un Detective, me refiero al Subcomisario Franco Collao Ramírez. Ejemplar profesional, el cual se encontraba al interior de un local comercial junto a su señora, quien presenta un embarazo de 6 meses de gestación y madre de un niño de 4 años. El destino, tan impredecible como la vida, lo situó en ese lugar, instante donde cinco antisociales ingresaron premunidos de armas de fuego con el propósito de cometer un asalto en la juguetería. Enfrentado a este adverso escenario, lo llevaron a reaccionar sin dudar un instante, para tratar de frustrar el robo o detener a alguno de sus autores, decisión que en definitiva al ir en su persecución, le costó la vida al recibir un impacto de proyectil balístico, cumpliendo a cabalidad su promesa de servicio…"Hasta rendir la vida si fuese necesario".
Toda muerte es lección de vida. Como detectives, lamentamos profundamente esta irreparable pérdida y agradecemos las múltiples muestras de afecto, sin distingos de ninguna naturaleza.
La muerte de nuestro camarada, es el insumo sublime que nos motiva a perseverar en nuestro trabajo, con falencias y aciertos, pero por sobre ello, con una entrega plena que sólo puede sentir y practicar quien elige el camino de la verdad, justicia, seguridad y tranquilidad para nuestros conciudadanos. Con la muerte del subcomisario Franco Collao, esta Policía Civil, alcanza 54 mártires.
Tal vez no sea el contexto más apropiado. Quizás estas líneas guardan mucho sentimiento y dolor, producto de lo acontecido, pero creo que Franco Collao Ramírez habría volcado ideas similares. Desconozco pero presumo todo lo que debe haber pensado en ese fatídico momento, en que decide relegar como última opción su vida en resguardo de las familias que se encontraban en el local, las mismas que esta Navidad podrán abrazar a sus seres queridos, especialmente sus hijos que algún día se enterarán que hubo un hombre, un chileno, un detective que posibilitó ese especial momento.
Finalmente, en su nombre y de toda la PDI, quiero desearles a cada uno de los habitantes de la Región de Tarapacá, una Feliz Navidad y mejores horizontes para el año próximo. Un abrazo de paz y amor, cobijados en un ambiente de paz y tranquilidad, que en definitiva es el mejor regalo al que como sociedad podemos aspirar.
La muerte de nuestro camarada, es el insumo sublime que nos motiva a perseverar en nuestro trabajo".