"Si quieres promover la paz, protege la creación"
Hemos iniciado llenos de esperanza un nuevo año, hemos manifestado en nuestros saludos, deseos de paz, pero ésta que es un don es también una tarea que hemos de realizar. Hoy trabajar por la paz implica muchas cosas y entre ellas el cuidado por la creación.
¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? Hoy es evidente la preocupación que existe en torno al deterioro que hemos hecho de la creación. Para los que creemos la creación ha sido puesta bajo el hombre para que éste la administre en bien de todos. Esta tarea no siempre la hemos sabido cumplir. Hoy surgen temores, qué pasará con nuestro mundo, el calentamiento global dónde nos llevará, que será de este mundo para las próximas generaciones. Estamos ciertos que si todos los gobiernos y las personas ponemos de nuestra parte, el mundo podrá seguir siendo la casa de todos, donde cada uno encuentra lo suyo para su mantenimiento y desarrollo. Esto es posible, pero muchas veces vemos que criterios económicos egoístas llevan a mirar las ganancias a corto plazo sin querer ver los frutos de muestras erradas acciones en el futuro. La Iglesia seguidora de Jesús, sigue creyendo en el hombre y en su capacidad de reaccionar y sentirse responsable de la obra creadora de Dios. El Papa Francisco en su carta sobre el cuidado de la creación, junto con hacernos ver los peligros que enfrentamos, nos invita a acciones concretas para que juntos cuidemos de nuestra casa común. Él nos invita a trabajar con responsabilidad en este cometido pero también con esperanza. Habla a los dirigentes y les dice: "La grandeza política se muestra cuando, en momentos difíciles, se obra por grandes principios y pensando en el bien común a largo plazo".
Todos anhelamos la paz, cuidemos entonces la creación y en ella cuidemos del ser humano, el cual bien formado y sabiendo tener en el centro de su vida a Dios sabrá remediar el mal causado a la creación, sabrá cuidar de la casa que Dios ha todos nos ha dado.
Nosotros aportemos al bien de nuestra tierra cuidando nuestro Iquique, la hermosura de su mar y del desierto y de sus pueblos interiores. Cuidemos nuestro entorno, la creación que nos sustenta y así tendremos la paz para gozar las maravillas que Dios nos ha regalado y hemos de administrar para las futuras generaciones.
"La Iglesia seguidora de Jesús, sigue creyendo en el hombre".
Guillermo Vera,, obispo de Iquique.