Logró rehabilitarse y ahora es voluntaria en el hogar de Remar
Valeska Ramírez colabora en el hogar de acogida para mujeres y niños Remar en el que lleva aproximadamente 11 años ayudando a otras personas a rehabilitarse de las drogas como parte de su proyecto de vida.
Desde hace 11 años Valezka Ramírez es voluntaria en el Hogar de Acogida para mujeres y niños de Remar (Rehabilitación de marginados), recinto de beneficencia que se encarga de ayudar a personas con problemas de drogadicción, sociales o de entorno familiar.
Anteriormente a su voluntariado, Valeska ingresó a los 20 años por consumo de drogas al hogar Remar en Santiago lugar donde permaneció alrededor de dos años y donde conoció a su esposo y con quien actualmente tiene 6 hijos y se encuentra completamente rehabilitada.
Producto de ese amor, ellos contrajeron matrimonio y de ahí partieron para Iquique a continuar trabajando como voluntarios.
"Dijimos. Esto nos ha hecho tanto bien, por qué no trabajamos para ayudar a otras personas y quisimos vivir de esta manera. Tomamos esta opción de vida de renunciar vivir en nuestro espacio, nuestras cosas y querer entregar la vida por completo a ayudar a las personas que tienen necesidades" expresó Valeska.
Antecedentes
Asegura que es hija de una madre soltera que trabajaba todo el día y pasó sola durante toda su adolescencia trayendo como consecuencia que ella empezará a consumir drogas, alcohol, ir a fiestas, además de haber quedado en embarazo. Debido a su desordenada forma de vivir fue separada de su hijo.
"Con la intención más nada de huir, ni siquiera quería rehabilitarme, venía huyendo del desorden que tenía en mi vida. Quería escapar un poco de todo lo que estaba viviendo porque andaba consumiendo droga, también sufría maltrato por parte de la pareja que yo tenía en ese tiempo, entonces más que nada me vine a ocultar acá" precisó sonbre el hogar de Remar que la acogió hace más de una década.
Valeska quien carecía de afecto encontró allí un verdadero hogar sintiéndose como parte de una familia en donde existe el respeto y el dialogo. Comían juntos, todos compartían y eran parte de algo en común.
"Cuando vine me encontré que había una familia, que había un hogar, que no era como yo me lo imaginaba, me lo imaginaba tipo como una cárcel, como todos se lo imaginan que es un hogar, y no era así".
Consumo
Desde sus trece años de edad empezó a consumir drogas partiendo desde la marihuana y finalizando con pasta base.
El proceso de rehabilitación que recibió, el cual tuvo una duración de un año en el hogar de acogida y fue a través del manejo conductual por medio de la educación espiritual, que tiene como fin transformar e implementar valores y conductas en su propia vida, de tal forma que pudo reinsertarse a la sociedad.
Un total de 22 personas viven en este centro de acogida Remar entre esos mujeres, adolescentes y niños.
Las mujeres se encargan de labores domesticas durante la mañana y en la tarde se dedican a vender algunos productos como frutos secos y ropa interior de tal forma que puedan financiar los gastos habitacionales y personales de cada integrante de la casa, mientras que los niños en temporada de vacaciones se dedican a practicar deportes entre esos surf y fútbol.
"Más que nada he visto el trato de Dios con la vida de cada persona. He visto cómo se cambia la gente, he visto mucha gente salir de lo más bajo, he visto surgir y yo creo que eso es lo que más me motiva, ver cómo Dios cambia las vidas de verdad y ver como que hay esperanza, no es todo como que cada día el mundo está peor sino que hay esperanza también", expresó Belén Perea, voluntaria del Hogar de acogida para mujeres y niños Remar en Iquique.
El hogar de acogida no realiza rehabilitaciones con metodologías clínicas, ni terapias psicoterapéuticas a diferencia de otros centros.
A diferencia de este hogar de acogida, en la Región de Tarapacá se encuentran otros centros de beneficencia tales como Hogar de Cristo, Fundación Paréntesis , Centro de La Mujer en Iquique y Alto Hospicio, entre otros.
El Centro de la Mujer del Hogar de Cristo, el cuál está dirigido a damas que sufren violencia intrafamiliar, por ejemplo, tienen un programa ambulatorio donde se les brinda asesoría legal e intervención psicosocial.
Asimismo, la fundación Paréntesis ofrece un programa terapéutico además de apoyo en procesos de reinserción socio-laboral de personas que han egresado de estos.
"Cuando vine me encontré que había una familia".
Valeska Ramírez, Voluntaria de hogar de acogida Remar.