Un nuevo balance del Ministerio de Salud dio cuenta ayer de un total de 321 trasplantes y de 120 donantes en el país durante el 2015, representando esto una baja en comparación con el 2014, cuando se realizaron 354 operaciones de este tipo y hubo 123 donantes.
Además, el organismo detalló que hay 1.833 personas a la espera de un trasplante en Chile, por lo que se hizo nuevamente un llamado a tomar conciencia sobre este problema.
En ese sentido, la ministra Carmen Castillo sostuvo que estos resultados dan cuenta de "la desconfianza que aún existe entre las comunidades respecto a que la donación de órganos es algo con total validación, no es una entrega con prioridades irresponsables".
Prueba de ello fue que, según el jefe de la Coordinadora Nacional de Trasplantes, José Luis Rojas, el 53% de las familias chilenas no está a favor de la donación, en donde no se respeta la decisión de su pariente difunto, pues en el país es la decisión de la familia la que pesa.
En cuanto a las donaciones, un 58% provienen de fuera de la Región Metropolitana, quedando por debajo de zonas como Viña del Mar, Quillota y la Región de O'Higgins. Para revertir estos magros resultados, la ministra llamó a que las familias conversen sobre el tema. "Es un acto de solidaridad, el más fuerte que hay en la vida", dijo.
En tanto, el presidente del Colegio Médico, Enrique Paris, afirmó: "donar los órganos de un ser querido es un gesto tremendamente generoso, pero lamentablemente nos encontramos con un porcentaje importante de familias que, a pesar de que el donante ha manifestado su voluntad de donar, surge la negativa con mucha fuerza". La ley chilena establece que desde los 18 años se considera donante a toda persona fallecida, a menos que en vida haya dejado alguna manifestación expresa de no querer serlo. En el caso de los menores de edad, solo los padres o el representante legal pueden autorizar la donación.