Pensar el turismo del mañana
La orientación decisiva de la región de Tarapacá hacia el turismo aparece como una interesante necesidad, fundamentada por la ya conocida baja en la actividad minera que parece sufrir en el tiempo un decaimiento que no tiene señales de repunte.
Pero más allá de decretar esto, casi como un mantra que resulta a fuerza de la repetición, debe ser un proceso pensado y conversado entre los distintos sectores involucrados.
Es evidente que la geografía es generosa. Tarapacá es rica en atractivos naturales, pero carece notablemente de otros aspectos muy relevantes a la hora de hacer positiva el conjunto de la experiencia de quienes nos visitan.
Más allá de las opiniones y defensas corporativas de una u otra actividad relacionada con el turismo, es cosa de salir y ver el trabajo y esfuerzo de otros países y ciudades que viven de lo que la tierra, la historia y el patrimonio les ofrendó y que son exitosas en la medida en que han sabido hacer sustentable, regulada y planificada a esta actividad.
Hay cosas que pueden parecer triviales, como por ejemplo la necesidad de contar con una red de baños públicos, zonas de aparcaderos de buses, de casas rodantes, inversión en mantención del patrimonio, capacitación de guías y señalética que no están a la altura de lo que la región requiere, si se desea que sea una zona turística.
También hay otros aspectos más complejos y que requieren de un plan de inversiones mayor, como el mejoramiento de las carreteras, así como el ámbito estético general de las comunas. Un ejemplo de ello, es lo distinto de las veredas de las ciudades que no siguen ningún patrón y son hechas de distinto material. Ni pensar en su estado, pues están todas, repletas de hoyos y trizaduras, algunas son de cemento, otras de piedra o cerámica y poder repararlas requiere de un financiamiento mayor.
Finalmente está el cuidado, defensa y restauración de los sitios patrimoniales, donde solo hay iniciativas individuales pero no un esfuerzo conjunto, pensado y planificado. Más que decir que el turismo es el futuro, es vital hacerse cargo de ello hoy para hacerlo posible mañana. Es un proceso planificado no un deseo.
"Ver el trabajo y esfuerzo de otros países y ciudades que viven de lo que la tierra, la historia y el patrimonio les ofrendó".