Huella de carbono e impresión
En el último tiempo, el ahorro de energía ha sido un tema recurrente tanto en medios como en anuncios por parte del Gobierno, relacionados, por ejemplo, con la mantención del horario de verano por todo el año.
Sin embargo, también es posible consumir menos energía mediante otros métodos, que al mismo tiempo ayudan a disminuir la Huella de Carbono. En este sentido, la impresión ocupa un eslabón muy importante. Tendencias como la digitalización y un mayor uso de la nube han facilitado el reemplazo del papel en algunos casos.
Independiente de lo anterior, todavía un gran número de oficinas siguen consumiendo grandes cantidades de este recurso, que si bien parece ser "ilimitado", su uso genera efectos irreversibles a nivel ambiental. A producción de una tonelada de papel requiere 15 árboles y 2.000 toneladas de agua. Mientras que reciclar la misma cantidad ahorra 4200 Kwh de energía eléctrica, evita emitir 0,8 kilos de CO2 a la atmósfera y de consumir 30 toneladas de agua.
Por este motivo, el gran desafío actual es minimizar el uso del papel en todas sus formas.
A nivel administrativo, la vanguardia apunta hacia una gestión inteligente de los documentos digitales, para procurar preservarlos en dicho formato, y sólo imprimir lo estrictamente necesario.
Actualmente, existen soluciones que incluso son capaces de gestionar la administración de documentos a distancia, logrando recopilar rápidamente información valiosa y estructurar sus formas de acceso a la medida de cualquier tipo de organización.
Guillermo Morales