Resulta un lugar común y casi una obligación, el afirmar que el turismo es uno de los sectores productivos con mayor potencial en Tarapacá. Pero también resulta clásico escuchar como no hemos sido capaces de lograr un turismo de alto nivel, y que nos estamos quedando atrás respecto de algunos vecinos que comenzaron un trabajo serio hace algunos años.

Demos una mirada a un caso de gran éxito a nivel internacional; el posicionamiento de la marca "Perú" en el turismo de nivel mundial (recomiendo el libro "Perú: país multidestino, de Mara Seminario).

En julio de 2009, se puso en marcha el proyecto marca Perú, enfocado principalmente en la exportación y el turismo. Para esto se conformó un equipo multidisciplinario que llevaría adelante el proyecto. En marzo del 2011 se lanzó la nueva marca "Perú" y se puso en marcha un plan que caracterizó al turista extranjero, identificándolo con su perfil, preferencias y estilos de vida. La inteligencia de negocios se desplegó con gran precisión.

Hoy, Machu Picchu está considerado como una de las 7 Maravillas del mundo moderno, factor clave que introdujo al Perú en los rankings internacionales, en las categorías de autenticidad e historia, y les puso a competir con destinos como Italia, India y China. El trabajo de posicionamiento resultó de tal fuerza, que hoy en día es un caso de estudio en escuelas de negocios de países desarrollados.

Otro de los aspectos interesantes, es que se definieron valores asociados con la imagen del Perú, como civilizaciones ancestrales, experiencias extremas, andes mágicos y desiertos misteriosos. Esta investigación, sumada a las alianzas que estableció el estado con el sector privado y las capacitaciones realizadas a distribuidores de paquetes turísticos, permitieron los resultados conocidos ya por todos.

La similitud con los puntos fuertes de Tarapacá son evidentes; culturas altiplánicas, la historia del salitre, deportes extremos, playa y entretención urbana, entre otros, pero ¿qué nos falta entonces?, la respuesta es simple; un trabajo planificado y coordinado que trascienda los liderazgos individuales y permita construir la marca "Tarapacá" e insertarla en el turismo de alto nivel.

"Se puso en marcha un plan que caracterizó al turista extranjero".

Juan Carlos Carreño,, rector Universidad Santo Tomás.

Falta de estacionamientos

El colapso de las calles en Iquique es evidente. Sorprende en la ciudad la gran cantidad de vehículos en relación a las pocas alternativas de estacionamientos que hay en la capital regional.

Igual de sorpresivo es también la masiva presencia de vehículos que están mal estacionados y en flagrante situación de ser multados. Si la idea es ser rígidos y solo por concepto de aparcar en lugares no permitidos y señalizados para ello, la cantidad de multas que podrían sacarse en la ciudad serían masivas y muy difíciles de calcular, tanto así que faltarían Carabineros para cursar tanta infracción.

Para muchos esta sería una buena solución, pero hay que tener criterio de realidad y adoptar una medida de este tipo sería impracticable, impopular y seguramente ineficiente, porque el problema va por otro lado.

Este tema es tan habitual, que parece extraño no contar con alguna iniciativa pública que vaya en dirección de aportar nueva infraestructura que permita generar estacionamientos amplios, capaces de aportar con espacios que sirvan para mitigar el problema.

Puede también ser buena medida fortalecer el transporte público, pero en Iquique hay una constante incertidumbre en los tiempos de traslado. El no saber cuántos conductores se negarán a llevar a un pasajero de un punto a otro de la ciudad debido al sistema de taxis colectivos, donde ello queda a criterio del chofer, pues así es ante la imposibilidad de fiscalizar el sistema de forma profunda, hace que las personas decidan ir a trabajar en sus vehículos, congestionando más y más el centro.

Sería positivo generar incentivos a la creación de líneas de colectivos con rutas establecidas o más microbuses con recorridos más cortos que reduzcan los tiempos de traslado, algo que nuevamente podría caer en el ámbito de lo impopular por afectar el negocio de ciertos sectores que también votan.

Por todo lo anterior, sería mucho más eficiente apostar por proyectos de infraestructura que permitan estacionar los móviles, descongestionar las calles donde los autos aparcan en ambos lados, bajar la cantidad de "cuidadores" que en muchos casos consumen alcohol y drogas con las "propinas", dejando de fomentar también la indigencia. El tema es amplio y debatible y ninguna opinión sobra.

"parece extraño no contar con alguna iniciativa pública que vaya en dirección de aportar nueva infraestructura".