Ximena Araya Monroy
Una fuerte polémica se vivió este miércoles en la sesión extraordinaria del Concejo Municipal, donde se aprobó por mayoría la adquisición directa de cerca $916 millones en madera tajibo boliviana, que se utilizará en las obras de mejoramiento del parque Playa Brava que realiza la Municipalidad de Iquique.
El concejal RN Álvaro Jofré, quien rechazó esta compra, aludió que se trataba de una propuesta dirigida y que existían diversas irregularidades. "Por qué no habla (el proyecto) de una madera con espesor tanto, durabilidad tanto, desecha de plano a cualquier madera chilena que estuviera en el mercado", dijo el edil, razón por la cual presentará una denuncia ante la Contraloría, ya que a su juicio "se está vulnerando el derecho de ofertar como estime pertinente".
Junto con esto cuestionó que se citó a concejo con un día de anticipación y que la carpeta de antecedentes se presentó a minutos de la votación, pese a la envergadura de la inversión, crítica con la que coincidieron los concejales Dánisa Astudillo (PS) y Juan Lima (UDI), por lo cual pidió aplazar la votación, lo que fue rechazado por el resto del concejo.
Así lo manifestó el concejal Guillermo Cejas, quien refirió, "Jofré en todas las votaciones de Playa Brava o se abstiene o rechaza, si hay concejales que tienen dudas que se las aclaren los asesores, les van a explicar y van a rechazar igual", ironizando de paso, que sus críticas se harían eco en los medios de comunicación, que informarían que la familia Soria contaba con aserraderos en Bolivia.
Ante estas críticas el arquitecto Jaime Bello, a cargo del proyecto Playa Brava, expuso que el atributo de esta madera era su alta resistencia a la intemperie y que una nacional de similares características, como el roble, tenía algunas prohibiciones de explotación. Agregó que esta misma madera boliviana se utilizó en Cavancha y llevaba más de 15 años sin intervención. Por último argumentó que la empresa Santa Mariana S.A., tenía un plazo de 215 días para la entrega total de los 10.200 metros cuadrados de esta materia prima, que se instalará desde el sector donde se ubica el restaurante Mango hasta la Rotonda Chipana.
Otra controversia se generó cuando Jofré recordó la impugnación de la Contraloría, en cuanto al presupuesto inicial del proyecto Playa Brava, que partió en $1.664 millones (abril 2014) y en julio del 2015 llevaba más de $3.212 millones, al cual se debía sumar los 916 millones de madera boliviana, más otra compra directa de baldosas por un monto similar y $2.000 millones en juegos infantiles, que totalizaban casi $7.000 millones en el costo de esta obra, de cuyo término no se tenía certeza.
Ante este argumento el alcalde Jorge Soria afirmó que el municipio siempre optaba por los oferentes más baratos y sobre los plazos expresó que "el paseo en sí para el 21 de Mayo va a estar terminado, la madera puede llegar un poco más temprano, un poco más tarde", y puntualizó que era parte de las terminaciones finas.
Por su parte, el concejal Mauricio Soria agregó que la entrega se haría parcializada, desestimando que Playa Brava sufriría un retraso con la entrega de la madera.
Sobre las objeciones lanzadas por el concejal Álvaro Jofré, afirmó que "él siempre vota así, se llamó inicialmente a una anterior licitación, pero habían diferencias de hasta 800 millones de pesos entre un oferente y otro", concluyó el jefe comunal.
Jorge Soria
"El paseo para el 21 de Mayo va a estar terminado
Crítica
Otro argumento expuesto por el alcalde Jorge Soria fue que los $900 millones cubrirían cerca de 3 kilómetros de paseo y que en el caso del Paseo Bellavista ejecutado por el MOP, la inversión había sido cercana a los $2 mil millones, por un tramo de 350 metros.
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