La feria 10 Oriente y sus 44 años de historia en Iquique
Comenzó en la calle Latorre y actualmente se ubica en el barrio Pueblo Nuevo.
"Es como el agro del pueblo". Con esta frase Sara Pérez define a la feria 10 Oriente, aquella que quizás muchas personas no la conozcan pero que los vecinos del sector norte de Iquique, específicamente en la población Pueblo Nuevo, pueden dar fe de su existencia a través del tiempo.
Por fuera, su infraestructura de madera y cholguanes, sumada a la basura que algunos dejan a su alrededor, proyectan una imagen no favorecedora del lugar que, a juzgar por su apariencia, puede ser vista como una toma; sin embargo, en su interior hay dos pasillos llenos de negocios y alternativas para todos los gustos.
La feria está ubicada en la calle Genaro Gallo, entre Latorre y Zegers.
Si bien los vecinos de aquel sector son los que más la conocen, la feria ya existía desde 1972 cuando se ubicada en calle Latorre en el centro de la ciudad. La diferencia, es que en esa época los comerciantes no tenían un espacio físico seguro y definido ya que realizaban las ventas de barrotes y verduras en la misma calle, comenta Manuel Humberto Moreno, conocido popularmente como "Tito".
"Antes solo vendíamos verduras y abarrotes, prácticamente en la calle en el sector de Latorre. Éramos cerca de 100 vendedores que trabajábamos allá, pero luego salió una ley que nos ayudó para poder estar en un terreno y en ese tiempo la municipalidad nos mandó a la población Pueblo Nuevo", recuerda el comerciante.
Moreno es uno de los dirigentes más antiguos de la feria y actualmente se desempeña como vendedor de abarrotes y presidente de la feria.
El socio fundador explicó que fue en 1974 cuando se trasladaron a trabajar cerca del Cementerio 3, en un terreno eriazo al cual poco a poco comenzaron a llegar los compradores.
Cuenta que en aquel tiempo, el lugar donde estaban instalados estaba rodeado de viviendas habitadas por uniformados en su mayoría perteneciente al Ejército de Chile. Con ellos, Moreno creó buenas relaciones y hasta ahora los hijos y nietos de estos, llegan a comprar a la popular feria.
Si bien es cierto, antiguamente el recinto comercial solo se dedicaba a la venta de verduras y abarrotes, con el paso del tiempo comenzó a sumar nuevos rubros, sin embargo, cuando se intentó crear una pescadería no se pudo concretar.
"El tema de la pescadería no funcionó, igual eso fue una de las cosas que nos faltó potenciar esa parte pero al final no resultó porque las personas que vivían por acá no comían mucho pescado, entonces no era rentable", dice el presidente de la feria.
Actualmente la feria cuenta con dos pasillos en los cuales se distribuyen los negocios que ofrecen una variedad de productos y servicios ya que a los clásicos puestos de verduras se suman aquellos que ofrecen trabajos de costura como los que realiza María Sánchez quien trabaja en la feria desde hace nueve años.
"Ha sido un cambio muy bueno, porque yo antes trabajaba en otro sector de forma apatronada y después me independicé y esta feria yo la conocí de paso, me llamó mucho la atención porque pasaba mucha gente. Desde el momento que me puse acá me ha ido súper bien. Esta es una feria de las oportunidades porque la gente de afuera se ha ido instalando y al menos a mí me va bien todo el año", sostiene la vendedora.
Esto también fue ratificado por la comerciante Rosalía Moscoso quien asegura que a ella también le ha dado grandes satisfacciones ser parte de la feria 10 Oriente.
"Yo llegué con dos matuteros con nada más y de a poco comencé a crecer. Yo antes planchaba, hacia clases particulares para poder juntarme la platita para comprar las cosas y arreglar el lugar y me ha ayudado mucho", señala.
Moscoso explica que el único "punto negro" que tiene la feria es su exterior ya que utilizan el recinto como un lugar para depositar basura.
"Afuera llenan de basura y echan la culpa a la feria, entonces eso sería como lo único que nos molesta pero la gente en general ha sido muy buena con nosotros", remarca.
La comerciante se dedica a la venta de alimentos para animales, por lo que comenta que la relación con los clientes que llegan a la feria es directa, en especial con las personas de la tercera edad.
Quienes acuden a la feria para realizar sus compras diarias, tienen una opinión positiva de esta que, aun cuando se trasladó de un lugar a otro, ha permanecido vigente por más de 40 años.
"Mi madre venía para acá a comprar y ahora vengo yo. Es que me queda cerca de la casa y acá es como un mini agro, entonces encuentro de todo. Me sirve para venir a diario para comprar las verduras, la carne para cocinar, cosas para almuerzo y los precios están muy cómodos para el bolsillo", detalla una de las clientas, Jenny Covarrubias.
La habitual compradora asegura que lo que le falta a la feria es "arreglar los alrededores, a veces hay muchos gatos pero es lo de menos".
La feria atiende más de 100 personas a diario y según informaron los dirigentes, se está haciendo todo lo posible para mejorar la exterior del recinto, pero afirman que solo falta la cooperación de la Municipalidad de Iquique.
"Esta es una feria de oportunidades porque la gente de afuera se ha ido instalando y al menos a mí me ha ido bien".
María Sánchez, vendedora.
"Mi madre venía para acá a comprar y ahora vengo yo. Me queda cerca de la casa y acá es como un mini agro".
Jenny Covarrubias, clienta.