Siempre es bueno detenerse y reflexionar de manera profunda el sentido que tiene la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
Este día en particular es importante recordar la tragedia del incendio de la fábrica de camisas TriangleShirtwaist de Nueva York el 25 de marzo de 1911, uno de los desastres más escalofriantes ocurridos en dicha ciudad, donde el fuego causó la muerte de 123 jóvenes trabajadoras. Las costureras exigían un trato digno y mejores condiciones laborales y es en este escenario donde encuentran la muerte producto de las graves quemaduras provocadas por el fuego, de la inhalación de humo y de derrumbes.
Si bien es cierto que han existido en el mundo mujeres destacadas que han marcado la historia de la humanidad, podemos señalar con orgullo a grandes mujeres chilenas que también han contribuido a la igualdad de género con sus valiosos aportes, como Elena Caffarena, abogada y precursora del voto femenino; Eloísa Díaz, primera mujer médico de Chile; Violeta Parra, que en 1964 se transformó en la primera artista latinoamericana en exponer de manera individual sus obras en el Museo del Louvre; y Gabriela Mistral, destacada no sólo por su premio Nobel de Literatura, sino también por su rol en impulsar la educación para las mujeres como forma de enfrentar a la desigualdad social y contribuir en su autonomía.
Hoy en día no cabe duda que se han conseguido importantes avances en materia laboral, educación y salud, pero es relevante seguir trabajando en pos de lograr una mayor equidad de género. Para conseguirlo se necesita realizar mayores esfuerzos sensibilizando y empoderando a la población, para que el sueño de cada niña, adolescente y mujer pueda lograr el despliegue de todas sus potencialidades en una sociedad más justa, que promueva el desarrollo y bienestar de todas y todos.
Andrea Rodríguez,
directora de Obstetricia, Universidad San Sebastián.